A tenor del entrenamiento a puerta cerrada dispuesto ayer por Fran Fernández en el Estadio de los Juegos Mediterráneos, el técnico almeriense medita dar entrada en el once a José Ángel Pozo en la faceta de enganche entre la media y la delantera, movimiento que supondría un cambio en el dibujo táctico para abrazar el habitual 1-4-2-3-1 de Soriano en casa, sistema con el que el Almería ha disputado sus mejores partidos como local.

En su búsqueda de una alineación con mayor potencial ofensivo, el preparador rojiblanco apuesta por el malagueño, lo que conlleva otro retoque posicional respecto a la anterior cita de Lugo, ya que el nigeriano Azeez retrasaría su puesto para compartir el doble pivote con el gallego Borja, tal y como también ensayó en la sesión.

La única duda a día de hoy radica en ver si podrá contar con Javi Álamo en el extremo diestro tras acabar tocado el choque en el Anxo Carro y requerir de tres puntos de sutura en el tobillo, o en su defecto recupera a Antonio Puertas, ausente por sanción el domingo pasado en Lugo.

Una de las variantes con las que probó Fran Fernández fue la posibilidad de introducir al senegalés Diamanka por Pozo en caso de que la situación a lo largo del partido lo demande, siendo curioso que en esa posible alternativa no probara con Corona, al que puede ver más como refresco para los mediocentros en caso de necesidad.

El resto del once, salvo lesión inesperada, sería el mismo con el que debutó como técnico en el primer equipo, Casto bajo palos, Isidoro, Joaquín, Ximo y Nano en defensa, Fidel en el extremo zurdo y Quique González en la punta de ataque.