Lewis Hamilton (Mercedes), que logró su sexto triunfo de este año en el Gran Premio de Canadá, intentará mantener su remontada en Bakú, la capital de Azerbaiyán, a la que el alemán Sebastian Vettel (Ferrari), cuarto en Montreal, llega líder del Mundial de Fórmula 1 con 12 puntos de ventaja.

Azerbaiyán repite gran premio en su rápido circuito urbano, un híbrido entre lo clásico y lo moderno, de amplias rectas (la principal de 2,2 kilómetros, la más larga del calendario) y curvas lentas en las que Fernando Alonso volverá a sufrir con su McLaren-Honda. En Bakú se rodará en sentido inverso al del reloj, en una pista diseñada por Hermann Tilke en la que el año pasado VAlteri Bottas batió el récord de velocidad punta (378 kilómetros por hora), con un Williams.

Alonso ya anunció que en la ciudad natal de Gari Kasparov -uno de los grandes genios del ajedrez- muy poco se puede esperar de su monoplaza, no apto para afrontar con garantías la mayor recta del campeonato, de 2,2 kilómetros. El asturiano afronta su tercera temporada vagando por el desierto deportivo en una escudería histórica inmersa en profunda crisis: en lo que va de año, el ovetense sólo ha acabado una carrera. Y el domingo no lo tendrá fácil, ya que tendrá una ligera mejora en el motor de combustión del Honda que lo obligará también a sustituir el turbo y la unidad MGU-H. Esto supone que tendrá una penalización de 15 posiciones en la parrilla, como su compañero Stoffel Vandoorne, aunque la mejora apenas se traducirá en potencia de caballos en su propulsor. Carlos Sainz (Toro Rosso) también perderá tres posiciones en la parrilla por su accidente en Canadá.