José Ángel Pozo no se ejercitó ayer junto al resto de sus compañeros como medida preventiva antes de que hoy conozca el resultado de las pruebas diagnósticas que se le han practicado para determinar el alcance real de las molestias en el antebrazo izquierdo que le obligaron a abandonar la sesión preparatoria del martes de forma prematura.

El mediapunta malagueño recibió un golpe fortuito en la disputa de un balón y, aunque intentó finalizar el trabajo, tuvo que retirarse antes de tiempo acompañado por uno de los fisioterapeutas del club, que le hizo una primera exploración.

Su imagen ayer, con el brazo escayolado desde el codo hasta la muñeca, no invita a ser optimista con los resultados de los test practicados y en caso de existir probable rotura ósea su concurso el domingo en el Nou Estadi se antoja bastante complicado, a expensas de ver si algún tipo de protección podría garantizarle jugar sin mayores perjuicios para su salud.

La lesión le llega a Pozo en un momento determinante de la temporada, con Ramis recién llegado buscando armar su once tipo y a falta de once jornadas para el término de la competición, cuando se deciden los objetivos clasificatorios.

En lo que va de curso ha disputado 27 partidos, 20 de ellos como titular, sumando un total de 1.788 minutos (el décimo más empleado) en los que ha visto tres cartulinas amarillas, ha repartido dos asistencias y ha fallado un penalti.