mallorca-UD almería

Sestean y se meten en un problema (1-0)

  • El Almería roza el ridículo en Mallorca en un partido con la permanencia en juego

  • Al equipo le faltó intensidad, coraje y amor propio para poner en apuros a un cómodo Mallorca

  • Gol average particular igualado

Ya se sabe que el fútbol no es atletismo y el que más corra no siempre gana un partido, pero que a los 40 minutos de juego el rival hubiera recorrido dos kilómetros más y la posesión del balón anduviera por 60%-40% para los locales lo dice todo de los males que asolaron ayer al Almería en el feudo de un Mallorca que, no lo olvidemos, se lo jugaba todo a cara o cruz, con el lógico estado de ansiedad que eso genera.

Sin paños calientes (a estas alturas del campeonato es absurdo tenerlos), el Almería saltó al terreno de juego del Iberostar Estadi sin intensidad, coraje ni amor propio pese a que en liza está la permanencia en el fútbol profesional. Todo lo contrario que su rival, un Mallorca que desde el minuto uno fue con descaro a embotellar a los de Ramis en su área y a fe que lo lograron.

Los primeros compases fueron un continuo asedio y si bien en zona de definición los bermellones no se mostraron finos, lo cierto es que Moutinho filtraba pases entre líneas de todos los gustos y colores ante la pasividad de la zaga almeriense, espectadora impávida del espectáculo.

Tuvo que pasar el primer cuarto de hora para que los de Ramis se deshicieran del acoso local y recordasen que la meta contraria estaba defendida por un tal Santamaría. Nano, profundizando desde el carril izquierdo, fue quien se atrevió a pisar el área insular con sendas llegadas y centros sin encontrar rematador y acto seguido un buen pase de Fidel a Quique acabó con disparo e intervención de Santamaría.

Paradómicamente, cuando el Almería parecía entrar por fin en el partido atisbando una mínima reacción, cayó el tanto mallorquinista en una acción en la que el doble pivote pecó de lentitud para taponar las vías de agua. Moutinho recibió en la zona de tres cuartos y ante la indolencia de Azeez y Joaquín, fue Morcillo quien tuvo que abandonar el eje de la zaga para intentar cortar el avance. El central arremetió con fuerza, pero el luso logró tocar el balón para Brandon, que desde la frontal armó un derechazo con rosca al palo largo de Casto ante el que nada pudo hacer el meta extremeño.

El Mallorca se ponía por delante por méritos propios y dejadez visitante y pintaban bastos, ya que los de Sergi Barjuan venían ganando todos los duelos individuales y suyos eran todos los rechaces, muestra evidente de que estaban más metidos en el duelo.

Ante tal tesitura lo mejor que podía ocurrirle a las huestes de Ramis era la llegada del descanso para recomponerse en vestuarios. Pero nada de eso ocurrió. Muy al contrario el Almería rizó el rizo jugando peor aún si cabe en el segundo periodo que en el primero. La obligada retirada de Azeez por incomparecencia manifiesta no mejoró en demasía el escenario con la entrada de Diamanka, otro que lleva a sus espaldas una campaña de órdago.

Con el centro del campo irrecuperable para la causa, las escasas intentonas ofensivas se redujeron a alguna internada por banda o guerras particulares de Quique con toda la zaga rojinegra. De este guisa hubo un par de disparos del pichichi y del recién ingresado Gaspar que acabaron en el lateral de la red.

Viendo que el Almería usaba munición de fogueo, el Mallorca se limitó a contemporizar y especular con el resultado, perdiendo tiempo en todas las acciones que podía.

Con todo, y pese a todo, Fidel dispuso del empate a los 80 minutos de haber acertado con un remate a bocajarro tras centro de Puertas, pero el balón se fue al cielo de Palma. El Mallorca iguala el gol average particular y vuelve a meter en un lío al Almería, que no aprende la lección.

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