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Una carambola propicia

  • La victoria de los rojiblancos, junto con los traspiés de sus rivales directos dejan la permanencia mucho más cerca

  • El domingo en Tarragona, otra final

Quique González celebra el primer gol de la tarde, que transformó a pase de Marco Motta.

Quique González celebra el primer gol de la tarde, que transformó a pase de Marco Motta. / javier alonso

Durante toda la semana pasada se venía hablando de la trascendencia del encuentro ante el Alcorcón. Primero por lo que allanaba el camino hacia la permanencia un triunfo ante los alfareros, por la obtención de los tres puntos, por superar a un rival directo y por ganarle el average. Por si esto fuera poco, todos los rivales de la UDA implicados en la compleja labor de salvar la categoría tenían choques complicados. Y las expectativas se han confirmado. El equipo de Luis Miguel Ramis ha sacado mucha tajada de una fecha que pintaba propicia y ha acabado por serlo. Si el viernes estaba la UD Almería a cuatro puntos de salir del pozo, lo que matemáticamente son dos partidos, tres días después tiene la 'gloria' a solo un punto. Y es que alcanzado este punto de la temporada y vista la trayectoria del equipo unionista en el presente curso, la permanencia es el gran y único objetivo de la entidad unionista.

No fue sencillo pasar por encima del conjunto de Julio Velázquez, que consciente de la importancia del choque perdió los papeles y tuvo que desfilar por el túnel de vestuarios antes de lo previsto. Aunque es un plantel bastante limitado, los madrileños saben bien cuál es su plan y cómo deben ejecutarlo. Y eso es mucho, porque los rojiblancos se han tirado toda la temporada buscando, entre otras muchas cosas, una identidad. Con un juego que no brilló por su excelencia, los de Ramis consiguieron un triunfo que era necesario. También para levantar la moral de una tropa a la que le quedan batallas de enorme dificultad en el horizonte.

Aunque Nástic y Zaragoza consiguieron dar un puñetazo sobre la mesa venciendo a domicilio, lo que les da mucho oxígeno; la UD Almería sacó provecho del tropiezo del resto de competidores por evadir el descenso a la categoría de bronce del fútbol español. El Rayo no pudó pasar del empate, el cual le saca de la zona roja, en Los Pajaritos; al igual que el Mallorca, al que le faltó tiempo para consumar la remontada ante un Levante que acabó el encuentro atrincherado bajo la portería de Raúl Fernández. Mismo resultado que cosechó el UCAM Murcia en el feudo del Reus, que no aprovechó un lanzamiento desde los once metros para acumular un nuevo triunfo en su casillero particular. Los que peor balance hacen de esta trigésimo primera jornada son el Mirandés, farolillo rojo de la categoría, y el Córdoba. Los de Miranda de Ebro cayeron ante su afición de forma decepcionante ante el Huesca de Anquela, que exhibió una versión más que solvente. Por su parte, la entidad cordobesa resbaló en el Pizjuán, en un duelo donde podría haber metido en la pomada a los pupilos hispalenses. Un gol en propia de Kieszeklos condenó y se quedan a un punto de caer en la franja peligrosa.

Una carambola propicia que mirada por todas sus aristas es positiva y que debe alentar al plantel unionista para afrontar las once finales que quedan. Porque caerán en saco roto los tres puntos del sábado, si en las fechas que restan del calendario no se da el do de pecho. Y esta guerra continúa en seis días en el Nou Estadi de Tarragona, donde el Nástic de Juan Merino, que hace seis jornadas era colista, espera con la moral por las nubes. Otro encuentro a tumba abierta donde el triunfo vuelve a ser un imperativo. La recompensa es tan grande como seguir compitiendo en la Liga de Fútbol Profesional. Casi nada.

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