A nivel realizador la UD Almería se mueve en los mismos parámetros de los equipos que lo acompañan en la cola de la tabla. Con 21 tantos a favor en 20 jornadas, los rojiblancos suman las mismas dianas que UCAM, Rayo, Córdoba o Tenerife, teniendo por debajo en el aspecto realizador a Real Mallorca (20), Mirandés (19), Nástic (18), Reus (17) y Alcorcón (14).

Curiosamente, el equipo de Fernando Soriano calca los datos de goles a favor que el curso pasado concatenaron Sergi, Rivera, Carrillo y Gorosito en los veinte primeros partidos ligueros. Pero con una ligera diferencia, mientras entonces el gol era coral y más colectivo, con hasta ocho anotadores distintos, en la actualidad el Almería sobrevive con los tantos de solo cinco futbolistas.

Quique González es el pichichi con ocho dianas (por media docena que a estas alturas había facturado la campaña anterior), seguido por Antonio Puertas con seis, Fidel con cuatro tantos, Azeez que marcó ante Cádiz y Rayo en las primeras fechas y Vélez que vio puerta en la goleada al Córdoba.

Llama poderosamente la atención que jugadores llamados a ser protagonistas en ese aspecto como los arietes Juanjo o Chuli aún no hayan estrenado su casillero, como tampoco lo ha hecho todavía el malagueño Pozo.

Durante la convulsa campaña pasada Chuli había logrado anotar tres goles hasta alcanzarse la vigésima jornada, Lolo Reyes convirtió otros tres, Iago Díaz y Morcillo habían contribuido con dos respectivamente y con un tanto figuraban Fatau, Hadzic y Pozo, completando las 21 dianas los goles en propia puerta de Óscar Díaz y Álex López.

Entonces, a diferencia que ahora, el gol estaba mucho más repartido y se había logrado batir a trece equipos distintos, mientras que en el presente curso el Almería solo ha podido perforar la portería contraria de diez rivales, viviendo básicamente de las goleadas logradas ante Rayo, Girona y Córdoba, con tres tantos a cada oponente, que suman nueve de los veintiuno cosechados.

Los caminos conducen a dos posibles salidas: rescatar para la causa a Chuli con mayor protagonismo o darle pasaporte y acertar en el sustituto para que aporte los goles que se echan en falta.