Economía

Goirigolzarri manifiesta su deseo de seguir en Bankia tras la reestructuración

  • El banco analizó la compra del Popular y no ofertó por los riesgos que conllevaba

  • Mantiene para el último trimestre el cierre de la fusión con BMN

Goirigolzarri, presidente de Bankia.

Goirigolzarri, presidente de Bankia. / EFE

José Ignacio Goirigolzarri cumplió el mes pasado cinco años como presidente de Bankia, a la que accedió tras un rescate europeo y una inyección de más de 20.000 millones de dinero público. Su balance no puede ser más positivo, y, según él, se ha pasado de un proyecto de pura supervivencia a otro de crecimiento. “El proyecto de Bankia ha cambiado de naturaleza; en los últimos cinco años ha habido una historia de reestructuración, exitosa, pero reestructuración. Hoy es una historia de crecimiento”, afirmó Goirigolzarri. De hecho, ya plantea como objetivo “ser el mejor banco comercial de España” y prepara el regreso a la financiación a promotores a partir del 1 de enero de 2018, cuando desaparezcan las restricciones que impuso Bruselas a cambio de aportar la ayuda.

Dado que él es la cara visible de la resurrección del banco nacionalizado -el más solvente de España, según sus palabras-, no es de extrañar que le haya cogido cariño al proyecto. Ayer, en el curso de verano organizado por la Asociación de Perioristas de Información Económica (APIE) y patrocinado por BBVA, manifestó claramente su deseo de seguir en la entidad tras la finalización del proceso de reestructuración, que presumiblemente acabará en una venta. “Me incorporé a Bankia por deber social, pero éste ha ido mutando hacia cariño y compromiso. Tendría que ser respaldado por la confianza de accionistas y el equipo, pero si quieren que siga lo haré, hasta que quieran”.

El presidente de Bankia dejó entrever, o al menos no lo descartó, que tuvo un ofrecimiento del Banco Popular para presidir este banco antes de que se produjera la intervención. Respecto a ella, admitió que Bankia estuvo en la parrilla de salida de los ofertantes. “Nos llamaron del Popular por si queriamos analizar el banco y llegamos a la conclusión de que había un riesgo implementación que no podíamos asumir. Era demasiado grande para Bankia. Tiene 12.000 millones de capitalización y Santander ha anunciado una ampliación de 7.000. Por razones financieras y de riesgo tomamos la decisión de no seguir a pesar de que tenia lógica”, afirmó, y añadió que no hubo ningún tipo de injerencia política en la operación. Para el presidente de Bankia la resolución del Popular, aun con perjudicados, se hizo de la mejor manera posible, sin impactar sobre la estabilidad del sistema, y Bankia sólo fue beneficiada por la fuga de depósitos en lo que corresponde a su cuota de mercado. Respecto a la petición del BCE para que se investigue esta salida, afirmó: “Siempre estoy a favor de la transparencia, que se investigue todo lo que tenga que investigar”.

Lo que sí marcha por buen camino y no se frustra, según dijo, es la fusión con BMN. La 'due dilligence' (el análisis mutuo de los balances) ya ha finalizado y ahora se está en la fase de negociar el canje de acciones. “Mantenemos absolutamente el calendario (aprobación por parte de las juntas de accionistas en el tercer trimestre y cierre definitivo en el cuarto); los trabajos los tenemos básicamente realizados y no preveo ningún problema”. Goirigolzarri rechazó que la valoración BMN se realice en función de la evolución del mercado y apeló más a sus fundamentales, independientemente del momento. Aunque no quiso profundizar en cómo afectará la fusión en cuanto a oficinas y personal sí afirmó que “los solapamientos de Bankia con BMN son los menores que uno se pueda imaginar en cualquier fusión”.

Más en general, el presidente de Bankia sorprendió por su posición respecto a la creciente concentración bancaria. “No veo una estructura de cinco bancos en España”, afirmó rotundo, y explicó que esto traería problemas por la concentración de riesgos en muy pocas manos y las escasas alternativas de financiación para las 'pymes' en un mercado muy bancarizado. Aportó datos: en España el 72% del mercado está en manos de cinco bancos, mientras que en Alemania y Reino Unido está cifra asciende al 36% y al 42% en el conjunto de la Eurozona. No vio problemas, sin embargo, en la competitividad entre los bancos, que está en un nivel que según se mantiene alto en el país.

Goirigolzarri cree, además, que la tensión que puede llevar a un banco a buscar una fusión, originada por los bajísimos tipos y por tanto escasa rentabilidad, va a acabar en el corto plazo. Prevé una subida de tipos de tipos de interés el año que viene y una mejoría evidente a partir de entonces. “Personalmente pienso que se puede ver luz a final del túnel desde punto de vista rentabilidad”, afirmó.

En lo que no es tan optimista Goirigolzarri es en la mejora de la reputación de la banca. Afirmó que no se ha avanzado, a pesar de que sí han mejorado las prácticas, entre otras cosas por escándalos del pasado que afloran ahora. “Siempre existe una permanente sombra de sospecha y la banca se convierte en chivo expiatorio; esto es malo no solo para el sector sino para la sociedad, porque se toman decisiones en el corto plazo que se aplauden pero son malas en el medio y en el largo”.

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