La cocina inclusiva, con personas de la asociación de Asperger de Almería, fue el plato fuerte de la jornada gastronómica en el paseo de Almería. Guiados por los chefs del evento, cocinaron postres saludables llenos de pimiento, con una mousse, un tiramisú y un parfait. Lucía, Ivan, Andrés, Pablo y David se movieron por los fogones con gran soltura.

“Empecé en la pandemia junto a mi madre”, cuenta uno de los jóvenes que participaron. “Sé hacer pizzas”, expresa con orgullo. Fue minutos antes de que le devoraran. Había prisa, una mal llevada ansia, por probar lo cocinado junto a la Puerta Purchena.

Momento de paz, de los pocos que hubo repartiendo comida.

Se puede hacer un gran análisis sociológico de cómo es la gente solo tomando como muestra el momento en el que reparten platos de comida gratuita. Una interesante avalancha humana que obligó a la organización a pedir orden y clamar para que todos respetaran al prójimo. “Que hay para todos”, se escuchó decir a una de las víctimas.

Similar caso ocurrió cuando repartieron una cerveza, fresca pero Cruzcampo, como “souvenir". Hubo más orden en el reparto de los regalos, al final de la sesión. Tres bolsas con productos de la tierra,  botellas de vino para acompañar el mal trago de la pugna anterior y un programa de fiestas. Lo ganaron la familia Farili, Mercedes Carmona, que verbalizó un sincero “qué vergüenza” y Amparo García, presidenta de la Asociación.