Primer festejo de la Feria Taurina en honor a la Santísima Virgen del Mar de este año 2016 y, como en ocasiones anteriores, el feudo de la Avenida de Vilches presentó un lleno hasta la bandera en los tendidos. La entrada gratuita para esta novillada en clase práctica con distintas Escuelas Taurinas del panorama nacional e internacional propició a que en las gradas de la plaza de toros almeriense no entrase ni una persona más. Algo muy importante para los tiempos que atraviesa la Fiesta y, en general, toda la sociedad. Volvió a quedar claro, con el festejo de ayer, que en Almería sí hay afición y pasión por la tauromaquia.

Momentos antes del inicio de la novillada, en prácticamente todas las puertas de acceso al coso del barrio del Quemadero se formaron largas colas para pillar un sitio privilegiado y, al menos hoy, evitar el sol que durante estos meses de agosto cae incesante sobre la ciudad de Europa con más horas de sol al año. Eso sí, la brisa que corrió a partir del segundo toro propició que, al menos, la tardenoche fuese menos calurosa.

Presidió esta novillada en clase práctica, organizada por la Escuela Taurina de Almería, el segundo Teniente de Alcalde, Manuel Guzmán. En los tendidos y en las gradas de la plaza almeriense, muchas ganas de que empezasen los toros y de pasarlo bien. Los aficionados no cesaron de pedir los típicos pasodobles taurinos a la Agrupación Musical San Indalecio de La Cañada. De igual modo, como buenos amantes de la tauromaquia, no pararon de pedir orejas a los novilleros cuya faena lo merecieron. Entre el tercero y el cuarto, llegó la tradicional y típica merienda. Los primeros bocadillos, canapés, saladitos, cervezas, refrescos y pasteles de este año comenzaron a sucederse en los tendidos. Y es que la Feria Taurina de Almería ya está aquí. Ahora toca disfrutarla.