Puntual, María Vázquez abrió la sesión. “Un año más conmemoramos una seña de identidad municipal, nuestro vínculo con la historia”, arrancó, explicando la importancia de entender las consecuencias de la “división y el enfrentamiento”. “Se celebra para unir”, explicó la alcaldesa, reivindicando la voluntad de no volver a caer en los errores vividos hace dos siglos.

El orador, el periodista almeriense Francisco Giménez Alemán, director de Telemadrid y ABC de Sevilla durante décadas, arrancó sus palabras recordando sus primeros días en el oficio. “Lo controlaba todo Franco”, recordó. “A los aspirantes a periodistas se nos sometía a una inspección previa sobre nuestras ideas”, reprochó el orador ante la atenta mirada de concejales y públicos.

Fue el preámbulo para reivindicar la libertad como base de la vida, parafraseando a Cervantes como referente. “Viajar por medio mundo me permitió descubrir cómo la libertad es una especie en extinción en multitud de países”, explicó, aludiendo a Corea del Norte, donde estuvo, con la tierra con mayor privación de la misma.

Alemán hizo gala del oficio que lleva aún en la sangre, tras décadas dedicadas a una profesión que le ha llevado a sentarse en alguna de las sillas más importantes y ‘patear’ las mejores y peores calles para retratar el planeta en sus crónicas. Fue un acierto encargarle a Giménez Alemán la lectura y elaboración de un pregón que caló hondo entre los asistentes.

Giménez llevó al público a un viaje mental por las peores dictaduras del planeta a lo largo de décadas, del Berlín Oriental aún bajo el muro a la Argentina de Videla, dejando claro que estamos lejos de esos escenarios. “Pocos países tienen tanta libertad como España”, señaló.

Comparando con la “España cainita” de Los Coloraos, pide comprender lo ocurrido en el “atraso histórico” de los primeros pobladores. “Almería estaba en un limbo informativo que les hacía creer en el poder gubernativo”, apelando a Fernando VII como un “cipote” que llevó el “terror” a España.

“Los almerienses no podían saber que los ‘coloraos’ venían a restituir sus derechos”, recordó a un año del bicentenario del hecho histórico. En un viaje histórico llegó a la dictadura de Franco, cuando la corporación municipal derribó su monumento para evitar que el dictador se topara con un monumento “a las libertades que él había abolido”, explicando al público que los mármoles se acabaron usando para los bordillos.

“Los restos mortales se deben restituir en el monumento”, demandó a los políticos asistentes. “La ciudad de Almería rechazaría hoy cualquier intento similar a las ideas absolutistas”, aseguró poco después. Uno de los fusilados fue Benigno Morales, un periodista satírico muy crítico con el absolutismo. “Quiero imaginar sus crónicas si no hubiera sido asesinado en aquella operación represiva”, recordó, destacando su “brillantez y mordacidad”, desde su exilio en Gibraltar para evitar una condena a muerte.

“Me siento muy honrado de haber sido elegido como orador”, aseguró como cierre a su discurso, que se cerró con tres vivas: a la libertad, a España y al rey Felipe VI. En honor a su trabajo y a su entrega como orador, la alcaldesa de la ciudad, María Vázquez, impuso el escudo de oro de la ciudad a Francisco Giménez-Alemán. Un reconocimiento justo y merecido tras toda una trayectoria vital viendo España, y su provincia, cambiar en honor a los diferentes momentos de la historia. Se estrenó cuando el terrorismo de ETA comenzaba a hacerse notar en la sociedad española, marcando un día tras otro las peores páginas de la historia reciente de un país conmovido con asesinatos como el del concejal Miguel Ángel Blanco, el primer atentado que le tocó vivir aferrado a la silla de director de ABC en Madrid.

Tras la culminación de la primera parte del acto, cerca de las once de la mañana, el homenaje se trasladó desde el interior del Ayuntamiento de Almería, en un abarrotado salón de plenos municipal, al exterior, en una calurosa pero engalanada plaza de la Constitución, que vivió con emoción el homenaje a los mártires de la libertad, a un año del bicentenario de su asesinato, el 24 de agosto de 1824.

La ofrenda floral al tan controvertido monumento del ‘Pingurucho’, que ha ocupado las primeras planas de los periódicos en los últimos días, estuvo a cargo, en primer lugar, de la alcaldesa de la ciudad, María Vázquez, junto al orador de ‘Los coloraos’, Francisco Giménez Alemán. Tras ese momento, en declaraciones a los medios congregados, la alcaldesa celebró “el excelente discurso que ha hecho el orador, con un gran pregón”. “Es muy difícil superarse cada año e informarnos sobre este hecho histórico”, añadió la primera edil sobre el momento vivido a primera hora de la mañana, que tendrá para siempre un lugar indeleble en la historia de la capital.

Posteriormente, también participó en la ofrenda floral al monumento el presidente de la Diputación de Almería, Javier Aureliano García. El dirigente almeriense, también concejal en el Ayuntamiento de la capital, por lo que siguió el discurso del periodista desde la bancada popular, pidió al orador “seguir aprendiendo” en un encuentro celebrado minutos antes del discurso entregado en la casa de todos los almerienses.

Los consejeros Fernández-Pacheco y Crespo participaron de la ofrenda.

Los consejeros almerienses en la Junta de Andalucía, encabezada con mayoría absoluta por Juanma Moreno, Ramón Fernández-Pacheco y Carmen Crespo también participaron de la reivindicación histórica. Los titulares de Medio Ambiente y Agricultura portaron juntos una de las coronas entregadas al monumento.

Para Fernández-Pacheco se trata de “un acto convertido en tradición, solemne y popular que a todos representa y que, este año, está conducido por el periodista Francisco Giménez Alemán, un almeriense que conoce bien el valor de la libertad y que, junto al recuerdo a aquellos valientes, ha hecho un magnífico relato con gran sensibilidad histórica”.

Participación de los líderes de la oposición en la ofrenda.

Otra de las coronas fue portada por los líderes de la oposición, en minoría, en el consistorio de la capital, Adriana Valverde y Alejandro Lorenzo. La socialista pidió el día antes que “los restos mortales de Los Coloraos vuelvan a la base del monumento de la Plaza de la Constitución”, un gesto que también pidió en su discurso el orador. Lorenzo recordó, una vez acabada la ceremonia, “a aquellos que lucharon contra el absolutismo monárquico en favor de la democracia y la libertad”, según aseguró en un vídeo en X, el antiguo Twitter.