A las once y media de la mañana ya hacía calor. En el paseo, a la altura de la oficina de turismo, todo se preparaba para hacer de comer. Una prominente sandía presidía el escenario. Antes de que se cortara la cinta de la feria del mediodía, la presentadora del evento, Ana Márquez, daba el puntapié a una semana de reivindicación gastronómica provincial en el centro de la capital.

Para empezar, el llamamiento a que nadie se perdiera nada. Solo treinta curiosos podrían degustar los platos cocinados. Abrió fogones Luis Arango con una renovación de un clásico del mar, los salmonetes. Como en los conciertos de las grandes celebrities, estaba el que grababa todo con el móvil pero estaba mirando para otro lado. La era de las pantallas.

En la última fila, una señora no perdía detalle. Con su pequeño bloc de notas, minúsculo, y un bolígrafo, iba anotando cada detalle de lo que Arango iba cocinando. Mientras, el chef iba batiendo la espuma de ajoblanco.

Pocos minutos después, a apenas diez del inicio, hubo un boicot. Un ambigú cercano puso música, francesa para más inri, a todo volumen. “Madre mía, qué ambiente hay ya por la mañana”, comentó con una pizca de sarcasmo la presentadora.

Dicen que la Feria es una época especial. No cabe duda. No cualquier día se puede comer salmonetes sentado en plena carretera a las doce del mediodía. Nada más bajar del escenario, Arango hizo balance en declaraciones a ‘Diario de Almería’ de lo que acababa de vivir. “Es un momento especial, todos los cocineros hacemos piña”, reconoció. Su prioridad era dar importancia a los productos almerienses. Lo consiguió. “Tenemos un producto excelente para aprovechar y unos cocineros para mejorarlo”, explicó.

Alejandro, jefe de cocina de El Salitre, redobló la apuesta. Mollejita de cordero lechal fue el plato escogido mientras se acercaba la hora de comer y la música subía decibelios. Como homenaje a Arango, también usó ajoblanco. Puso más. “Veo caritas hambrientas por ahí”, justificó. Cierto.

La fiesta gastronómica se iba animando. Al rato sonaba Camela. “Cuando zarpa el amor”, sonaba estruendosamente. “Lo habéis escuchado bien”, replicaba la presentadora. Poco se habló del parecido del chef con Ibai. Seguro que, en el fondo, alguien lo comentó susurrando.

Pasada la una de la tarde, con el mediodía inaugurado, llegó un invitado estelar. José “del Tomate” se sumó a la fiesta culinaria con una interesante elaboración, carrillera en salsa de cacao y pulpo. “En mi familia nos gusta comer bien”, confesó.

Poco después, con su singular vestido bien almeriense, hizo presencia la alcaldesa de Almería, María Vázquez, en buena compañía de los concejales. La responsable del Ayuntamiento celebró “la colaboración de Diputación a través de la marca Sabores Almería con diferentes actividades gastronómicas y el objetivo de promocionar a los chefs y a los productos de proximidad”. Por alusiones, María Luisa Cruz destacó la importancia de “disfrutar durante estos días de la feria y de la gastronomía local”, según señaló la diputada provincial.