Catastro actualiza tras 20 años la ponencia de valores de El Ejido, adecuando los valores a la realidad actual del mercado, corrigiendo los desajustes existentes y propiciando a los vecinos una tributación acorde a su capacidad económica real.

“La nueva ponencia de valores catastrales que entrará en vigor en 2024 llega tarde, pues se realiza con una diferencia de 20 años respecto a la anterior de 2004, cuando la actualización se ha de realizar cada 10 años para corregir los valores catastrales en función de la evolución de los valores de mercado” según el concejal de Hacienda y Contratación, José Francisco Rivera. Esta situación explica “la bajada del 17% con carácter general que sufren los valores catastrales en El Ejido según los estudios previos, llegando hasta el 23% para la base liquidable del IBI (Impuesto de Bienes Inmuebles)”.

Aunque Catastro aún no ha notificado los datos definitivos, de los provisionales se desprende que el valor de la base liquidable baja en un alto porcentaje y, por tanto, “nos vemos en la obligación de aplicar un tipo de gravamen del 0,791% para evitar un fuerte desequilibrio presupuestario municipal, que vería disminuida su recaudación en la IBI Urbana en más de 4,5 millones de euros, algo totalmente inasumible, ni por las cuentas municipales ni por el Plan de Ajuste”.

Además, añade Rivera, “estamos obligados por Ley respecto al IBI a aprobar tipos que garanticen el mantenimiento de la cuota íntegra del ejercicio anterior, y en este sentido, bastaría con aplicar el IPC interanual. Hemos llevado a cabo una subida del tipo de gravamen en IBI Urbana para cumplir con el Plan de Ajuste, lo que va a permitir incrementar los ingresos en el 3,8%, fruto de sumar al 1,9% de IPC interanual entre agosto 2022 y junio 2023, otro 1,9% del ejercicio anterior (porcentaje extrapolado de este año al anterior al entender que hubiera sido el normal)”.

Rivera recuerda que en 2023 “no se subieron los tipos de gravamen puesto que la subida del IPC no respondía a un aumento de la riqueza sino a un empobrecimiento por la crisis energética y la guerra de Ucrania, las cuales distorsionaron los datos, y arrojaban un IPC del 10,5%”.

De haber operado como pretendía la oposición, “el incremento habría sido del 10,5% en 2022, y de un 1,9% este año, lo que de forma acumulada habría supuesto un incremento del 12,60%, y unos ingresos adicionales de unos 3 millones de euros, frente al 3,8% que vamos a aplicar y que se traduce en unos ingresos de poco más de 800.000 euros, pasando de un tipo de gravamen del 0,6044% actual al 0,791% para la nueva ponencia de valores, y lo que implicará que aún pese al nuevo tipo de gravamen más alto sean miles los ejidenses que paguen menos”.

De los 65.000 inmuebles en 2024 un total de 33.000 inmuebles verán reducidas sus cuotas de IBI urbana respecto a las de 2023, lo que representa más del 50%, para más del 26% los incrementos serán inferiores a 60 euros. Tan solo las viviendas con mayores valores catastrales asignados tendrán que afrontar incrementos superiores en el IBI.

Esta revisión de precios tendrá beneficios en impuestos como IRPF, IBI, Plusvalía e Impuesto sobre el Patrimonio o incluso sobre algunas tasas como la utilización privativa del dominio público local o licencias de apertura y cambios de uso de locales, ya que tanto estos impuestos como las tasas tienen como referencia para el cálculo de las cuotas resultantes los valores catastrales de los inmuebles, y así mismo, también tiene su intereses en el caso del impuestos sobre transmisiones patrimoniales y en el Impuesto de sucesiones y donaciones.Con la nueva ponencia se estima que el Ayuntamiento “podría perder ingresos por encima del millón de euros, un importe bastante considerable que se van a ahorrar las familias ejidenses en el impuesto de plusvalías y tasas que toman como referencia el valor catastral”.