Hay muchas maneras de reivindicar la gastronomía propia de un territorio así como los productos que la componen y ensalzan. Hacerlo aglutinando a una muestra representativa de lo más destacado del sector a nivel andaluz, quizá sea un modo de lo más idóneo de asumir este reto. 

Eso mismo trató (y consiguió) de resolver la Federación Andaluza de Cofradías y Asociaciones Gastronómicas (FECOAN), que, al calor de la octava edición de su Congreso y, aprovechando la creación de la Cofradía del Tomate de Almería, celebró en la noche de este sábado los Premios Al Ándalus de Gastronomía 2024 en Tony García Espacio Gastronómico ante una miríada de exquisitos platos dispuestos a satisfacer hasta los paladares más exigentes. 

Sopa de tomate con polvo de aceituna, pavía de bacalao, carpaccio de gamba roja con vinagreta de mostaza y mezclum o un cordero segureño ecológico de Los Vélez fueron solo algunas de las elaboraciones de este ágape sustentado en productos de la tierra, como no podía ser de otra manera, confeccionados con el mayor mimo y delicadeza posibles. 

Pero antes de degustar tamaña ristra de apetecibles platos se prestó debido reconocimiento a los protagonistas de la velada. La primera de ellos fue Mar Villalobos. La periodista ha sido una de las principales precursoras de la Cofradía del Tomate de Almería y, como tal, fue distinguida como embajadora de esta recién creada asociación. Villalobos reiteró lo ya expresado en una entrevista concedida a este periódico, asegurando sentirse como "si me hubieran dado un Goya". "Voy a intentar ser la mejor embajadora allá donde vaya y espero poner en valor el nombre de Almería y del tomate", sentenció la comunicadora.

Pepe Oneto, presidente de FECOAN, tomó entonces la palabra como antesala a los galardones que posteriormente se iban a conceder. Oneto aseguró sentirse en Almería "como en mi casa", antes de acordarse de todos aquellos que le acogieron en 2005, cuando la Universidad de Almería le designó como conductor de los cursos de verano sobre Gastronomía que aquel año se impartieron. "Todo ello ha dado lugar a esta camaradería que hoy disfrutamos aquí", incidía. 

La periodista Mar Villalobos, embajadora de la Cofradía del Tomate de Almería.

Amor por la gastronomía

Por las tablas del improvisado escenario habilitado en el salón de Tony García Espacio Gastronómico desfilaron los premiados, a los que se les entregó un delantal y una estatuilla conmemorativos. Escuetos y precisos, unos, y visiblemente emocionados, otros, dejaron patente su amor por la gastronomía antes de dar paso a la degustación de los platos elaborados para la ocasión. 

La velada transcurrió entre un ambiente distendido, con brindis improvisados y palabras de agradecimiento por parte de los asistentes. Para concluir, el personal de cocina y de sala hizo incursión en el salón para recibir una sonora y merecida ovación por la atención dispensada. Entonces, voces unánimes, clamaron a los cuatro vientos por la calidad de los productos de la tierra. "¡Viva el tomate de Almería!", retumbaban los vítores. Todo, para reivindicar que lo tradicional no se pierda.