La alargada tijera de Rajoy también ha llegado a las universidades y a los campus de excelencia que promueven. Las administraciones públicas han echado el cerrojo a las iniciativas llamadas a sacar al país de la crisis económica en la que está sumido.

-Un proyecto tan fantástico y la coyuntura no favorece su impulso por lo complicado de la financiación... ¿Qué opina?

-Los proyectos deben necesariamente adecuarse a los escenarios en los que se pretenden desarrollar. Sería ilusorio pensar que el proyecto de Campus de Excelencia no va a verse afectado por la coyuntura económica, social y política en la que se encuentra España, así que considero que como tantas otras ideas y situaciones se verá considerablemente afectado.

-¿Qué fórmulas barajan para llevarlo a cabo con tanto recorte?

-El grado de consecución del proyecto Campus de Excelencia dependerá de la intensidad de la reducción de la financiación del mismo. En el caso del Campus de Excelencia del Mar (Ceimar) no se ha ingresado ni un solo euro de los aproximadamente cinco millones comprometidos, así que es difícil ni siquiera iniciarlo. En otros casos se llevará a cabo en función de la cantidad recibida con el plus que pueda generar la imaginación trabajando al máximo.

-El sector privado debería dar un paso al frente, ¿no? ¿Hay contactos con la empresa para ello, como los está habiendo con las empresas hortofrutícolas?

-Estimo que el sector privado tiene bastante con mantener en este momento las empresas funcionando y preservar los puestos de trabajo que aún no se han perdido. Con independencia de ello nosotros mantenemos contactos permanentes con el sector empresarial buscando la colaboración para activar la innovación y el desarrollo tecnológico. Ambos sectores somos plenamente conscientes que el incremento en la productividad y eficiencia de los procesos y servicios empresariales se logra, entre otros, con mejor formación cualificada y un mayor grado de incorporación del conocimiento a la organización y actividad empresarial. La Universidad, que siempre ha sabido hacer frente a los desafíos que la sociedad le ha demandado a lo largo de las últimas décadas, sabrá también ahora afrontar el reto de aumentar la colaboración con empresas y la transferencia del conocimiento, basculando parte de su actividad sobre la innovación.

-¿Qué harán si... Dos escenarios: el peor, que finalmente no haya dinero público? El deseable, que hubiese dinero, qué objetivos y plazos manejan para las actividades, por dónde empezarán?

-Existe parte de la organización de la I+D+i que corresponde a la Universidad, otra parte a la Comunidad Autónoma y otra al Gobierno de España. Los Programas y Planes de Investigación se organizan en niveles de decisión superiores a la Universidad. En consecuencia es a esos niveles organizativos a los que corresponde plantear calendarios alternativos y ajustados a los recursos económicos. Nosotros, los vicerrectores de Investigación así los demandamos, entendiendo las dificultades actuales, pero considerando que se debe afrontar la situación con una descripción realista de la misma y proponiendo alternativas en el tiempo y si fuese preciso en los objetivos, con el fin de que los mismos sean generalmente conocidos.