Guitarras almerienses en manos japonesas que sonaron a gloria celestial en la Peña El Morato. Las guitarras tanto de Jiro Yoshikawa como de Isako Noguchi eran del malogrado guitarrero Francisco Salvador Jiménez Biznieto de Torres y él desde esa gloria contempló el sonido dulce de Oriente mezclado con la fuerza, el olor y el color del paisaje almeriense que imprime Jiro y su discípula Isako.

Jiro a su vez discípulo de Manuel Cano, el insigne guitarrista granadino, ya desaparecido, supo beber la buena fuente de la guitarra flamenca de concierto y además la guitarra clásica española.

Jiro es además un gran compositor y ahí están sus grabaciones y varios discos, auténticas joyas de la música. Y por si faltaba algo inventa un instrumento a medio camino entre guitarra y arpa, en la Guitarpa. Como era de esperar el concierto fue fabuloso, dividido en tres partes.

Primero él solo con tres piezas flamencas: Meditando (Soleares), Granada Preciosa (Granainas) y Laberinto (Seguiriyas) y otras dos piezas musicales Indalo en homenaje a Almería y a la roseta que ponía Francisco a sus guitarras y Seducciónde Amapola.

Después Jiro con la Guitarpa e Isako con la guitarra interpretó Coimbra (abril en Portugal), Londonderry Air ( Tradicional irlandesa), Allegro de Primavera de Vivaldi y Cielito Lindo y para el final a dos guitarras Fantasía de Aranjuez de Rodrigo, Homenaje al claro de luna de Sor y A la Flamenca (Canciones Japonesas).