crónicas desde la ciudad

Israel Fernández triunfa en El Morato

  • Apoteósica actuación del cantaor de Toledo en la peña flamenca ubicada en el Quemadero acompañado con la guitarra de Antonio el Relojero

Israel Fernández con Antonio El Relojero en El Morato.

Israel Fernández con Antonio El Relojero en El Morato.

La peña flamenca ubicada en el Quemadero -recientemente galardonada con la Bandera de Andalucía- se vistió de gala en una de las noches más memorables de su larga trayectoria

El titular debería llevar añadido “y del guitarrista Antonio el Relojero”. Debo reconocer que subí al Morato sin demasiado optimismo después de haberlo escuchado brevemente días atrás en el Auditorio. Pero las dudas se disiparon tras el primer tercio de la soleá con la que abrió su excelso recital, pleno de conocimientos, buen gusto y personalidad arrolladora. No descubro el Mediterráneo al afirmar que estamos ante una figura de las que marcaran época, que ya la está marcando.

Por torpe que sea algo habré aprendido de este arte universal desde la fecha en que tomara la primera comunión mi padre me llevase de la mano a la Terraza Imperial (antes Versalles), Tiro Nacional o Plaza de Toros a escuchar a artistas de la talla de Pastora y Pepe Pinto, Marchena, Valderrama o Canalejas. Luego, ya de adulto, vendrían los teatros, peñas y festivales (alguno de ellos presenté) en los que proseguí admirando a un extraordinario listado hasta llegar a nuestros días: La Perla, Fernanda de Utrera y Carmen Linares, Mairena, Fosforito, Chano y Habichuela, Manuela Carrasco y Antonio Gades, Lebrijano, Camarón y Morente. Pues bien, la historia jonda no tardará en incluir en este máximo rango a Israel Fernández. Un toledano de Corral de Almoguer, nacido en julio de 1989 en el seno de una familia gitana de noble condición oriunda de Andalucía.

Por expreso deseo suyo, el Morato ha sido una de las seis peñas seleccionadas para grabar su doble álbum discográfico en directo. Iniciado en la cordobesa El Almíbar, también con El Relojero a la sonanta. El acontecimiento tuvo lugar el pasado viernes en su sede-cueva, a la que le saltaron las costuras con un aforo pleno de socios cabales. Un recital que pasará a los anales de la peña del Quemadero como pasaron los de Sordera, Chocolate, Agujetas, Menese, Fosforito, Sorroche, Chano Lobato y/o Enrique Morente. Tiempo al tiempo.

Aureolado de expectación extrema, tras templarse por soleá evocando a la Casa de los Pavones y atemperar los nervios propios de su responsabilidad profesional, Israel se coronó cantando por seguiriyas, tientos-tangos, tarantos, granaínas, bulerías y fandangos. De “bien pá arriba” -que diría el amigo y excelente aficionado ya fallecido Pepe Lorenzo Figueredo-, ante el respetuoso silencio (“parece que estamos en misa, verdad Antonio?”) salpimentado de olés irreprimibles, a compás.

Poseedor de un metal de voz único, hermoso y personalísimo. Sin fallar ni una sola nota en los agudos y haciendo gala de unos graves estremecedores. Dos horas (casi) de gloria bendita… ¡Que la madre Naturaleza o los divés del cielo te bendigan!

El Relojero y Lola de Quero

No obstante, y dicho lo dicho, el mérito de tan extraordinaria velada no fue solo del joven cantaor, compositor y músico enraizado en Andalucía. Al éxito rotundo coadyuvó -y de qué manera- Antonio el Relojero, un veterano guitarrista madrileño prácticamente desconocido por estos lares sureños. A imagen de los más grandes tocaores para acompañar. Tono y ritmo. Con mesura y sin carreras. Con elegancia y sin estridencias. Añejo. Con elegancia y sin estridencias. Con falsetas brillantes y breves, en el momento preciso y sin importunar al cantaor. Teniendo siempre en cuenta que el cabeza de cartel era Israel y él su banderillero… Pero señores, ¡qué banderillero!

Ambos se conocieron tras proclamarse nuestro protagonista, con tan solo 11 años, vencedor del programa “Tu gran día”, de TVE. Más adelante, ya adolescente lo eligió para que lo acompañase en una peña matritense, donde volvió a alzarse con el primer premio. Ahora Antonio es una de las sonantas destacadas del álbum discográfico en ciernes.

Lola de Quero, presidenta e la peña recientemente galardonada con una Bandera de Andalucía, reconocía su generosidad profesional y valía humana en un post en redes sociales. Un detalle que, seguro, jamás olvidarán Celia Ortega, Rafael Amador y Santiaguillo. Agradecimiento al que me sumo:

“Una noche para guardar en la cajita de la felicidad. Gracias por ofrecernos una fantástica muestra de tu arte y sobre todo gracias por la atención que prestaste a nuestros niños de la escuela infantil del Morato: fue un bonito detalle que subieses a despedirte de ellos y a escuchar su cantes. Gracias de corazón”.

Posdata:

De tal guisa, se completa este mes de marzo la programación del Morato: Día 8, Celia Ortega y Antonio de Quero; viernes 15: presentación del cartel del Certamen de Saetas, con la actuación de la Escuela de Saetas del Morato, dirigida por Antonia López, y el montaje escénico de la bailaora Inés de Inés. Finalizando el viernes día 22 con un muy esperado recital de Antonia López y la guitarra de Antonio F. García “Niño de las Cuevas”.

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