Cultura

Noche de nostalgia con Los Secretos

  • La banda madrileña ofreció dos horas de concierto el pasado sábado en la sala Cibeles de la capital

Llevan más de tres décadas sobre los escenarios, pero parece que cada vez cantan mejor. Los Secretos siguen mostrando ese sonido que siempre los ha distinguido del resto de bandas. Y es que parece que el tiempo no ha pasado para una formación veterana que se muestra muy agradecida a su público por esa fidelidad durante tanto tiempo. Sus canciones para muchos forman parte de la nostalgia, sin embargo, para otros cada tema es una auténtica bendición musical.

El sábado por la noche dieron un gran concierto de dos horas en la sala Cibeles de Almería. Había un público muy variado y de distintas edades, aunque todos lo pasaron en grande coreando la mayoría de los temas y disfrutando de la banda de Álvaro Urquijo. Presentaron algunos de los temas de su último trabajo En este mundo raro, aunque también hicieron algunos de los temas más conocidos del grupo.

Desde la primera canción de la noche titulada En este mundo raro hasta la última Otra tarde pasaron dos horas intensas, donde Álvaro fue presentando cada uno de los temas, mientras que el guitarrista Ramón Arroyo deleitaba a todos con su colección de guitarras. Impresionante ver tan cerca a un guitarrista que es un genio. Impresionante verlo sacar una guitarra con doble mástil en una de las canciones.

Colgado y No me imagino fueron los primeros clásicos de la noche para luego continuar con canciones que no pasan de moda como son La calle del olvido, Quiero beber hasta perder el control, Buena chica y Ojos de perdida. En un repertorio tan amplio no faltaron temas como Nada más y Por el bulevar de los sueños rotos y ese recuerdo de Chavela Vargas, fallecida recientemente y a Joaquín Sabina. Álvaro Urquijo tuvo un recuerdo para las personas que se han visto afectadas por las inundaciones últimas, recordando a unos amigos suyos que viven en Vera. Les dedicó el tema Pero a tu lado.

Ya en los bises, cayeron las que faltaban como Sobre un vidrio mojado, Ojos de gata y Gracias por elegirme. La apoteosis total llegó al final con la presentación de los músicos, algunos incluso se arrancaron a cantar rock and roll como Ramón Arroyo. El público salió muy contento de haber disfrutado de uno de los mejores directos en la sala Cibeles.

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