Música

La OCAL ofrece un grandioso concierto de música sacra en una Catedral abarrotada

  • Dirigida con por Michael Thomas, la OCAL transmitió la belleza del ‘Réquiem’ de Mozart

juan Sánchez La OCAL dirigida por Michael Thomas durante el concierto en la Catedral.

juan Sánchez La OCAL dirigida por Michael Thomas durante el concierto en la Catedral. / Juan Sánchez

El ciclo de música sacra vive cada año su momento álgido con el concierto de la Orquesta Ciudad de Almería en la Catedral. Esperado con emoción por los fieles seguidores que formaron una cola que rodeaba a la catedral-fortaleza de la ciudad, en el interior del templo se deleitaron el sábado, con la interpretación del Réquiem de Mozart por parte de la Orquesta Ciudad de Almería (OCAL), acompañada por el Coro Vocla y Aeonium Ensemble. Tras el concierto aplaudieron durante varios minutos elevando a los altares de la música sacra a la Orquesta dirigida con su habitual maestría por Michael Thomas.

La escenografía, iluminación y el atento público crearon el ambiente de solemnidad y recogimiento perfecto para escuchar una de las obras maestras más destacadas del repertorio sacro y litúrgico como es el Réquiem en Re Menor k.626 de Mozart.

La OCAL estuvo arropada por las voces solistas de Paula Ramírez (soprano), Alicia Naranjo (mezzosoprano), Juan de Dios Mateos (tenor) y Andrés Merino (barítono). Además, contó con la participación del Coro Vocla y del coro Aeonium Ensemble, dirigidos por Román Barceló y Elena Martínez, respectivamente.

El talento de los instrumentistas y las voces perfectamente empastadas se fusionaron para transmitir el esplendor compositivo y la simbología de esta misa musical compuesta por Mozart. Durante algo más de 50 minutos, la Orquesta supo transmitir a través de la música los sentimientos de desesperación, el llanto, la furia y la culpa de la partitura.

Hay que recordar que el origen de la composición de esta obra reside en un encargo que el Conde Franz Walsegg dirige a Mozart con motivo de la muerte de su esposa.

El ’Réquiem’ se estructura en siete movimientos: Introito, Kyrie, Sequentia, Offertorium’, ‘Sanctus, Benedictus y Agnus Dei. La Orquesta Ciudad de Almería supo transmitir musicalmente la expresividad, lirismo y dramatismo con el que Mozart retrata el texto litúrgico. Musicalmente se percibieron los timbres sombríos, el carácter solemne de la tonalidad en re menor y hasta el momento vital en el que se encontraba el compositor. Fue un viaje musical desde el lenguaje tonal propio del clasicismo a los momentos cromáticos que apuntan al romanticismo posterior.

La sección vocal también brilló, tanto el Coro Vocla, que fomenta la formación de cantantes liricos, la promoción y popularización de la ópera mediante conciertos escenificados y arias traducidas al español, como Aeonium Ensemble, un coro de cámara que nace con el objetivo de proporcionar una interpretación de calidad abarcando todo tipo de repertorio coral. Y el broche lo pusieron los solistas: la soprano Paula Ramírez, la mezzosoprano Alicia Naranjo, el tenor Juan de Dios Mateos y el barítino Andrés Merino.

El público supo reconocer el buen hacer de la Orquesta Ciudad de Almería, las agrupaciones corales y los solistas, en un concierto sublime en el que con sus aplausos elevaron a los altares de la música sacra a la OCAL, dirigida por Michael Thomas.

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