Música

La OCAL transmite la intensidad romántica de Brahms y Schumann en un gran concierto

  • Actuaron como solistas la violinista Margarita Sikoeva y el violonchelista Dragos Balan

La Orquesta Ciudad de Almería, una vez más bajo la batuta magistral de Michael Thomas en la dirección, volvió a alcanzar la excelencia con un nuevo concierto de temporada, esta vez adaptado a la perfección desde su título, Sueños & Primaveras, en el marco de la programación trimestral puesta en marcha por el Área de Cultura, Tradiciones y Fiestas Mayores del Ayuntamiento de Almería.

Un concierto para el que se eligió un programa que, como suele ser habitual, volvía a presentar un tremendo reto del que, también frecuente, la OCAL salió victoriosa. En primer lugar con el Doble concierto en la menor, op.102 para violín y violoncelo de Brahms, para el que contaron con la participación de dos solistas de fama internacional como la violinista rusa Margarita Sikoeva y el violonchelista rumano Dragos Balan, ambos titulares de la Orquesta Sinfónica de Madrid, titular del Teatro Real entre otros muchos reconocimientos curriculares. En la segunda parte la escogida sería la Sinfonía nº1 Primavera en si bemol mayor, op. 38 de Schumann.

Si el propio Brahms reconocía haber compuesto una obra difícil de interpretar porque necesita “de dos solistas brillantes y compenetrados” quedaba claro desde el inicio la intensidad del desafío. Sin embargo, la pericia de Sikoeva y la pasional manera de interpretar de Balan fueron dibujando las distintas variaciones de una pieza compleja, torrencial, arropada con una OCAL que es toda una garantía de fiabilidad.

A su término y abrigados en una fervorosa ovación, los dos solistas volvieron a escena para interpretar un bellísimo fragmento a dúo.

Inspirado en un poema de Adolph Böttger, la sinfonía ‘Primavera’ de Schumann volvió a desplegar esa dinámica oscilante en sus cuatro movimientos: Despertar de la primavera, La noche (inspirada en este caso en el amor que sentía por Clara Wiek con la que se casaría, Alegres divertimentos y Plenitud de la primavera. Una pieza que tiene hasta ciertos halos de sueño alucinatoria, como confirmaría al afirmar que la obra la compuso “con la pluma de acero que encontré sobre la tumba de Beethoven”. La primavera, con su simbolismo de renovación y esperanza, se convirtió en una fuente recurrente de inspiración para muchos compositores románticos. En la música fue a menudo evocada a través de melodías alegres, armonías brillantes y motivos que sugerían el florecimiento y el renacimiento.

Así, brillaron los contrastes dramáticos entre secciones suaves y tranquilas y pasajes enérgicos y tumultuosos, leitmotiv de esas fluctuaciones emocionales de las obras seleccionadas.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios