Antonio Jiménez Millán. poeta

"La identidad es algo inestable que suele configurar la mirada de los otros"

  • El escritor granadino presenta el día 28 su obra 'Ciudades. Antología 1980-2015' en la galería MECA en el marco del VI Encuentro de las Artes y de las Letras del Mediterráneo

Antonio Jiménez Millán, poeta granadino.

Antonio Jiménez Millán, poeta granadino. / diario de Almería

Antonio Jiménez Millán, Granada, 1954. Catedrático de Literaturas Románicas en la Universidad de Málaga. Es una de las voces más consolidadas de la poesía española contemporánea, con su libro de poemas Ventanas sobre el bosque (Visor, 1987) obtuvo el Premio Internacional de Poesía Rey Juan Carlos I.

-Ciudades es un libro de poemas que recoge treinta y cinco años de escritura. ¿Cómo nos expresaría el paso de ese tiempo en sus poemas?

-El paso del tiempo es una clave importante de mi poesía, tal vez la más decisiva. Se vive -y se escribe- de una manera distinta con el paso de los años, en el sentido en que la memoria va cobrando cada vez más protagonismo, aunque esa memoria se cruce a veces con la ficción, "y no sabe si inventa su pasado", como dice al final el poema "Niebla". Otro asunto es cómo soportan los poemas el paso del tiempo: yo he procurado hacer una selección muy estricta pensando en los poemas que puedan leerse ahora y dentro de unos años, pero eso se nos escapa a todos.

-¿Por qué tomo la decisión de no introducir en el libro algunos de los poemarios de juventud?

-En efecto, prescindí de mis dos primeros libros (Último recurso y Poemas del desempleo) porque los considero libros de aprendizaje, muy irregulares sobre todo desde el punto de vista formal. Ahora veo en ellos una falsa "espontaneidad" y un descuido que me irritan. Por eso mismo he reescrito casi todos los poemas de los años ochenta que figuran en Ciudades: me interesaba el argumento, pero veía muchos defectos en la elaboración formal. Pero no todos los poemas se dejan reescribir, en algunos casos es imposible.

-La arquitectura urbana de la experiencia que usted edifica a través de sus textos, ¿busca transcender el mundo simbólico, ese misterio que descifra traspasando los edificios, las ciudades, el lenguaje metropolitano del ser humano?

-Mi vida se desenvuelve -siempre lo ha hecho- en la ciudad y por mi parte no hay un afán de trascenderla o de llevarla a un espacio metafísico. Lo que ocurre es que la transformación del paisaje urbano, a partir de la especulación sobre todo, acompaña nuestra propia experiencia vital y da sentido a nuestra historia: por eso mis poemas van descubriendo estratos de la ciudad desaparecida, una ciudad fantasma que recrea la memoria y la identifica con determinadas zonas del pasado.

-En sus poemas también hace referencias a los autores que ha leído, a aquellos que de una forma u otra han influido en usted, ¿Es necesario que el ser humano o el individuo se construya a partir de los demás? ¿Qué crea su identidad alimentándose del otro ser humano?

-Sí, por supuesto: antes que el poeta está el lector, se escribe porque se lee. Y la nómina de autores sería muy extensa, desde la antigüedad clásica hasta los poetas de mi generación e incluso más jóvenes. Estoy totalmente de acuerdo con que el ser humano se construye a partir de los demás; la identidad es algo inestable, borroso, que suele configurar la mirada de los otros.

-¿Es por ello por lo que usted hace tanto hincapié en la memoria y en la historia?

-Sí, está claro.

-¿Es una de las razones por las que usted proyecta esa visión de un mundo en plena descomposición?

-No exactamente: la presencia de las ruinas, los escombros, el óxido o la herrumbre, recurrentes en mis poemas, se relaciona más bien con los vínculos que nos unen al entorno y a los objetos, es decir, a la conciencia del paso del tiempo y a nuestra fragilidad como individuos.

-¿Existe alguna ciudad que esté a salvo de la podredumbre del hombre?

-¿La Civitas Dei de San Agustín? Ahora en serio, ninguna está a salvo de la podredumbre, pero en todas existe una esperanza de mejora.

-¿Estás trabajando en algún nuevo proyecto?

-Tengo un nuevo libro bastante avanzado, unos 25 ó 27 poemas que luego habrá que revisar. Aún no me he puesto a ordenarlos; procuro aprovechar la vena creativa, que en mí no es constante ni mucho menos. Puedo pasarme años sin escribir una línea.

Antonio Jiménez Millán recibió el Premio Internacional de Poesía Ciudad de Melilla, con el libro Inventario del desorden (Madrid, Visor, 2003), y el Premio Internacional de Poesía Generación del 27, con el libro Clandestinidad (Madrid, Visor, 2011).

Ciudades. Antología 1980-2015editado porEditorial Renacimiento, 2017, es su último libro de poemas que presentará dentro de las actividades desarrolladas en el VI Encuentro de las Artes y de las Letras del Mediterráneo - Almería 2017, en Meca Mediterráneo Centro Artístico, este viernes día 28 de abril.

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