Yno es para menos. La Unión Deportiva Almería se juega la vida ante el Mirandés, la salvación, la continuidad en Segunda División y, por tanto, en la LFP. Sí, ya hemos entrado en esa fase de la temporada en la que cada punto es vital.

Durante la semana el entrenador rojiblanco tuvo que alzar la voz para explicarles a los jugadores de la importancia de los puntos en juego. Ese nivel de intensidad que demanda Ramis tiene que verse en el partido de esta tarde. Una derrota del Mirandés condenaría casi seguro a descender de categoría, y ya sabemos que los futbolistas ante ese precipicio tienden a oscurecer su juego.

Es ahí donde la UD Almería tiene que imponerse, desde el principio y marcando un ritmo alto de balón. El calor, jugar en casa y dar un paso más en el camino a la salvación para los rojiblancos. Psicológicamente el equipo entrenado por Pablo Alfaro tiene que notar esa barrera al entrar en el Mediterráneo.

No vamos a descubrir que el equipo de Miranda de Ebro destaca por las inseguridades tanto en defensa como en ataque. Sergio Pérez será el encargado de defender la portería más goleada de segunda división.

La defensa formada por Moreno, Cruz, Quintanilla y Kijera, solo tiene a este último con más de 26 años; y es que la falta de contundencia y jerarquía es un hecho constante durante todo el año. Pablo Alfaro aglomera el centro del campo para ser más herméticos en defensa. Rúper por delante de la defensa, junto con Eguaras basan su juego en la contención.

El otro integrante del centro del campo es Javi Hervás, aunque la labor de este último es totalmente inversa a la de sus compañeros. Busca el último pase y baja a recibir para armar las jugadas de ataque del Mirandés. En el flanco de ataque Sangalli por derecha y Álex García por izquierda sirven de balones a Iker Guarrotxena. El único futbolista con un rendimiento positivo esta temporada.

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