Ojalá me equivoque pero se acerca el fin de una etapa: Fernando Soriano tiene todas las papeletas para no volver a sentarse en el banquillo de la UDA. Todo se le ha puesto en contra al maño, que fue la cabeza visible de una salvación in extremis la temporada pasada cuyos méritos habría que analizar con detenimiento. No le quito a Sori el de ponerse a dirigir un equipo a la deriva, que suponía ciertos riesgos y sobre todo colgar las botas. En verano recibió con los brazos abiertos a Coro o Truji pero también le trajeron jugadores que no pidió, pocos pero algunos como Quintanilla ya están fuera y nunca sabremos si merecía más oportunidades que Trujillo. Veremos qué hace en el Mirandés, rival directo por evitar el descenso que nos precede en la clasificación: muy lógico todo.

Otro de los que no pidió y está siendo de lo mejor se pierde el partido de hoy en Reus por una inoportuna sobrecarga. Con Duba de vuelta en Argentina, tras más de tres años para adaptarse a la posición de lateral izquierdo y una prometedora carrera como cantante en ciernes, lo lógico sería cubrir esa posición con alguien de garantías para suplir a Nano. Pero no es el caso y para más INRI tampoco podemos pensar en la lógica de echar mano del filial, como decía siempre mi admirado JB Toshack si le pasaba eso en el primer equipo de la Real: nada de inventos y jugadores a pierna cambiada, echaba mano del potrillo de turno, de la cantera. ¿Y aquí? Josema, que compareció en rueda de prensa al inicio de pretemporada junto a Joaquín, no ha seguido los pasos de su ex compañero en el filial, hoy por hoy central titular. Su cesión al Murcia deja vía libre a un descartado como Iago para entrar, a un casi inédito como Isidoro o un Trujillo lejos de su mejor nivel para jugar, con cambios de posición de Ximo o Morci incluidos. ¿Soriano y su puntilla?

MÁS ARTÍCULOS DE OPINIÓN Ir a la sección Opinión »

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios