Cheikh Sarr, guardameta del Rayo Majadahonda, durante su comparecencia ante los medios.

Cheikh Sarr, guardameta del Rayo Majadahonda, durante su comparecencia ante los medios. / Javier Lizon (EFE) (Majadahonda)

Nos estamos acostumbrando en los últimos tiempos a asistir prácticamente semana tras semana a incidentes en algunos de los estadios y campos de fútbol que hay repartidos a lo largo de la geografía nacional y sin importar la categoría de la que se trate. Los últimos de ellos este pasado fin de semana en los encuentros que enfrentaban al Getafe y al Sevilla, por un lado, en la máxima categoría y al Sestao y el Rayo Majadahonda, por otro, en Primera RFEF y con el racismo presente en ellos. Tanto el sevillista Acuña como su entrenador Quique Sánchez Flores tuvieron que ver como recibían insultos racistas desde la grada, mientras que en idéntica situación se encontró el guardameta majariego Cheikh Sarr y cuyo partido acabó suspendiéndose después de que el portero se acercara a la grada para hacer frente a esa persona que le había proferido los insultos en una situación insolita y que acabó con su propia expulsión cuando apenas restaban unos minutos para la conclusión del deulo. Actos que cada vez se están contemplando con más asiduidad en nuestro fútbol, y no solo de carácter racista, y a los que se debería de poner fin de una vez por todas. Vivimos en una sociedad en la que parece que en el fútbol todo vale y el hecho de pagar una entrada o un abono te da derecho a insultar y faltar al respeto a quien sea, como si tener que aguantar toda clase de insultos e improperios fuera en el sueldo de árbitros y futbolistas en la actualidad. Un problema que se viene repitiendo una y otra vez mientras desde los distintos estamentos lo único que se hace es poner un parche tras otro para aparentar que se está poniendo una solución, aunque mucho más lejos de la realidad. Acciones que en muchos casos a este periodista le da la sensación que se realizan por puro postureo y por quedar bien que con el objetivo de erradicar de una vez por todas el racismo y esta lacra que llevamos sufriendo desde ha muchísimo tiempo en nuestro país y en nuestro fútbol en particular. Va siendo hora de tomar medidas severas de verdad y expulsar de los estadios a toda esta clase de energúmenos que se creen con derecho a todo. ¡Ya está bien del todo vale!

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