Alguien tenía que decirlo

El abejorro tiene el cuerpo peor dotado para volar; afortunadamente para el abejorro, él no lo sabe

La Teoría de Nichos Ecológicos (TNE) es de una aplicabilidad que supera a las propias Ciencias de la Naturaleza: siempre aparecen especies que se ocupan de realizar cualquier función que sea posible. Así, se da la agradable sorpresa de que no sea necesario estar bien dotado para desarrollar una función con precisión. Ese es el éxito, por ejemplo, del abejorro. Efectivamente, y tal como reza en la puerta de un despacho de un operario de la NASA, "el abejorro tiene el cuerpo peor dotado para volar; afortunadamente para el abejorro, él no lo sabe".

Siendo más prosaico en este sentido, interpreto la citada TNE con una afirmación más escatológica que la del científico de esa agencia espacial: "nunca faltará un goloso para cada mojón". Y es que el personal está deseando ver cómo falta alguna opinión al respecto de algún asunto para asumirla, y mejor si entra dentro de alguna explicación que aporte un marco de contubernio con intereses inconfesables.

Sin ir más lejos, una persona cuya responsabilidad es tan elemental como indicar "derecha" o "izquierda" a cada persona que se vacunaba con pautas según fuesen de una farmacéutica u otra, después de una sesuda lectura en su aparato electrónico móvil, rompe su silencio mientras yo hacía tiempo de espera en los alrededores, "todo es mentira: esto no es otra cosa que un reajuste del orden mundial para que ganen las empresas farmacéuticas".

Que estas cosas las digan personas que sólo leen su teléfono móvil, es muy comprensible: alguien tenía que decirlas, según la TNE. ¿Quién mejor que quien lo repite porque "lo dicen las redes"? Lo triste es que lo digan personas que se saben referentes sociales, pero que se sienten responsables del efecto pernicioso de sus declaraciones… y tal vez por eso las hacen.

Me refiero a la estupidez mayúscula de recurrir a las evidentes, urgentes y permanentes necesidades propias para justificar que las de los otros no tienen "ahora" cabida. El jefe del que quería recuperar La Roca a cabezazos, nos dice que "antes que ayudar a los afganos, hay que resolver aquí los problemas de muchos compatriotas"; ¡como si esa tarea tuviese un posible final! En algo sí que se ha retratado el personaje: con los extranjeros que hayan colaborado con nuestro país, memoria solidaria únicamente si nos interesa. Y es que alguien tenía que decirlo: lástima que esas excrecencias de unos pocos sean alimento para tantos.

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