La Asunción de la Virgen

Este día de la Asunción es un contemplar con meditación hacia adentro a la Virgen

Mañana, 15 de agosto, es la festividad litúrgica de la Asunción de la Virgen, un día señalado en el calendario laboral en el que toda España está de fiesta. A mitad del mes más festivo y vacacional se encuentra esta celebración religiosa que tiene su origen a mediados del siglo XX, cuando se estableció el día en el que la Virgen María, madre de Jesucristo, del Hijo de Dios e Hijo del hombre, ascendió al cielo. Como señala la Tradición Patrística de la Iglesia Católica en los últimos días de su vida, la Virgen María fue acogida a la gloria celestial en cuerpo y alma y exaltada por el Señor de la Vida y la Esperanza como Reina del Universo.

En Almería, en la Rambla de Alfareros, en la neobarroca Iglesia parroquial de san Agustín, antiguo convento de la OFM, se encuentra al culto la bella imagen sagrada de Nuestra Señora del Tránsito en su Asunción a los Cielos, conocida como la “Virgen dormida”. Desde pequeño, de la mano de mi tía María Martínez Oña, recuerdo la impresión de veneración que daba contemplar a la Virgen con los ojos cerrados en la capilla situada en la nave izquierda de la conventual iglesia, junto al presbiterio. Posteriormente, esta imagen mariana quedó grabada espiritualmente en el corazón y el alma por la vinculación cofrade con la franciscana Cofradía del Silencio del Jueves Santo. Incluso, en esa Capilla dábamos catequesis.

La imagen de la Virgen del Tránsito es una obra napolitana del siglo XVIII, intervenida a principios del siglo XX por el escultor murciano Sánchez Lozano y, posteriormente, por el imaginero Miguel Bejarano. Fue bendecida en la S.A.I. Catedral de la Encarnación de Almería en el año 1949 por el obispo Alfonso Ródenas, concretándose el encargo del Fray Pedro Lozano, artífice de su llegada a nuestra ciudad en el año de la proclamación del Dogma de la Asunción de la Virgen en 1950 por el Papa Pío XII. Fue coronada litúrgicamente en el año 2000 con el madrinazgo de la Ilustre y Sacramental Cofradía de la Soledad de la noche del Viernes Santo.

Este día de la Asunción es un contemplar con meditación hacia adentro a la Virgen, modelo de vivencia mariana e imagen de la Iglesia, suplicándole que le pida al Padre por nosotros para que cultivemos la oración, único contacto con el verbo de Dios, y pasemos de la exterioridad a la interioridad, del ruido al silencio, de la disipación al recogimiento, del mundo a Dios, a la Trinidad. Paz y Bien.

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