Beato mártir Diego Ventaja

El proceso de beatificación iniciado en 1954 se culminó con San Juan Pablo II el 10 de octubre de 1993

Este miércoles, día 30 de agosto, es el octogésimo séptimo aniversario del martirio del Beato Diego Ventaja, asesinado entre la madrugada del día 30 de agosto de 1936 en el ejercicio de su ministerio episcopal en diócesis de Almería por las checas integradas por milicianos comunistas y anarquistas del bando republicano. El proceso de beatificación iniciado en 1954 se culminó con san Juan Pablo II que beatificó al Mártir Diego Ventaja Milán el 10 de octubre de 1993, bajo el episcopado de Rosendo Álvarez Gastón, y cada 31 de agosto se celebra su festividad litúrgica, de quien fue obispo de Almería entre los años 1935 y 1936, asesinado al comienzo de la Guerra inCivil Española junto al por entonces obispo de Guadix Manuel Medina Olmos. Se considera una de las muchas víctimas de la persecución religiosa en aquellos dramáticos años para España y la Iglesia Católica.

Nacido en Ohanes el 22 de julio de 1880, cuando era joven pedía limosna con su madre en la puerta de la catedral metropolitana de Granada. Procedía, pues, de una familia muy humilde. Su formación eclesiástica la inició en el Sacromonte granadino y tuvo culminación en la Universidad Gregoriana de Roma, donde obtuvo el doctorado en Filosofía y Teología. De regreso a Granada se incorporó a la Abadía del Sacromonte como capellán, profesor y canónigo del cabildo de la colegiata. El 16 de julio de 1935 tomó posesión en Almería de la cátedra de San Indalecio, Patrón de la Diócesis de Almería, que en el día de ayer domingo acompañó a la Patrona, la Virgen del Mar Coronada en su litúrgica procesión de alabanza.

Meses antes de su muerte lo mantuvieron preso en pésimas condiciones en la bodega de un barco prisión el Astoy-Mendi en el puerto de Almería, junto a Monseñor Medina Olmos y otros sacerdotes y represaliados por el solo hecho de “olor a cera”. El 24 de julio de 1936 fue obligado a dejar el Palacio Episcopal y llevado al convento de las Adoratrices, convertido por la izquierda cultural en presidio. Su calvario culminará con su asesinato, junto con el también obispo de Guadix, Medina Olmos, compañero de cautiverio, y varios religiosos más, la madrugada del 29 al 30 de agosto, en el barranco del Chisme en término de Vícar. En el lugar de los fusilamientos se levantó un monolito con una cruz para perpetuar su memoria pastoral y democrática, contando además con estatuas suyas la plaza de la Catedral de Almería, junto a la torre del campanario, y su pueblo natal de Ohanes. Paz y Bien.

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