Alrededor del 85 % de los españoles apoyan la regulación de la eutanasia. Sin embargo, en el Congreso, la ley "solo" obtuvo el 69 % de los votos de los diputados. Se opusieron VOX y el PP. Lo que pretende Vox ya se sabe, pero si es evidente que muchos votantes del PP están a favor de la Ley, ¿qué adelanta Casado con semejante distanciamiento de una gran masa de sus votantes? Se ve que seguir disminuyendo el número de sus incondicionales. Y es que cuanto menos poder se tiene más se chilla. También es habitual oponerse a cualquier ley medianamente progresista. Ya ocurrió con la ley del divorcio, la del matrimonio homosexual, la del aborto, la prohibición de fumar, las restricciones de tráfico por la contaminación… Recuerden la famosa frase de Aznar "A ver quién me va a decir a mí las copas de vino que me tengo que tomar". O la famosa comparación de su esposa sobre juntar peras y manzanas. Cuando la derecha ha vuelto al poder después de cualquiera de las citadas leyes, jamás llevó a cabo la derogación del divorcio, los matrimonios homosexuales, etcétera. Al contrario, han utilizado las vilipendiadas leyes con igual o más frecuencia que los rojos ateos, masones y judeo-marxistas.

Volviendo a lo de la eutanasia, el portavoz del PP, José Ignacio Echániz, ha pontificado en sede parlamentaria: "El nivel de civilización de un país se mide por cómo trata a los más vulnerables". Según esta "sentencia" los países menos civilizados del mundo son Dinamarca, Luxemburgo, Holanda, Bélgica, Canadá, Australia y algunos estados USA como California, Oregón, Vermont, Colorado o Washington DC. Y, por el contrario, los países más civilizados son los que no permiten la eutanasia, ni el divorcio, ni los homosexuales (no sólo que se casen, sino que estén vivos), ni el aborto aunque se trate de una menor violada, como Irán, Arabia Saudí, Nigeria, Argentina, Brasil, México, Indonesia…y paramos porque la lista de los países que están por delante de España en civilización son cerca de doscientos. En qué manos estamos. A qué abismos de incivilidad, crueldad y deshumanización nos está llevando la izquierda de este país, extremista, antieuropea y laica. A ver si rectifican y dan lugar a que se pueda seguir mandando a los viejos a morir a los asilos sin asistencia médica, a mantener entubados durante décadas a enfermos terminales, a volver a mandar a las mujeres a abortar a Londres y otras tantas manifestaciones de civilización cristiana.