El sábado 7 de octubre de 2023, S.A.R. la Princesa de Asturias juró solemnemente la Bandera de España en la Academia General Militar en un acto histórico para la Monarquía y para España. Sabemos que el Evangelio nos enseña que no hay amor más grande que el de quien da la vida por sus hermanos. Constatamos que no existe mayor compromiso, en grupo social ni profesión alguna, que el que asumen los militares al jurar bandera hasta dar su vida, si preciso fuere, por la Patria.

Desde el Rey Alfonso XII tenemos en España la tradición del Rey-soldado. Si unimos estos tres elementos, comprenderemos que la jura de la Princesa de Asturias en la Academia General Militar, fue un acto que podemos considerar como extraordinario por histórico y como ordinario por coherente. El más importante de su carrera militar, en donde los futuros oficiales del Ejército de Tierra y de la Guardia Civil ratifican públicamente el compromiso de cumplir con sus obligaciones militares en lo referente a la defensa de España y de su ordenamiento constitucional.

Su Majestad el Rey, mando supremo de las Fuerzas Armadas, pronunció unas palabras en las que se dirigió a los alumnos diciéndoles: “Habéis jurado o prometido cumplir fielmente vuestras obligaciones militares, guardar y hacer guardar la Constitución como norma fundamental del Estado, obedecer y respetar al Rey y a vuestros jefes, no abandonarlos nunca y, si preciso fuera, entregar vuestra vida en defensa de España… No hay un compromiso de entrega mayor”. Don Felipe les dijo: “Habéis prestado juramento ante la bandera que habéis besado, símbolo que os une a todos; que nos une a todos los españoles. Representa el legado de una Nación construida con el esfuerzo de generaciones y generaciones. Un patrimonio de inmenso valor, de siglos de historia compartida, repleta de desafíos, ilusiones y sacrificios de millones de personas”. Puesto que todo lo que es trascendente escapa a la imagen, recurrimos a los símbolos y a los ejemplos; la bandera simboliza a la Nación y la Corona simboliza su unidad y permanencia, como recordó a su hija durante tan emotivo acto nuestro Jefe del Estado, el Rey Felipe VI; pero, además de con palabras, el Rey predica con el ejemplo: también juró esa bandera en el año 1985, y ella es testigo de cómo entrega a España cada uno de los días de su vida. La Princesa tiene, pues, fácil aprender el valor de lo difícil, y su beso es ya un ejemplo notabilísimo para los jóvenes de su edad. Paz y Bien.