Ida y vuelta

Gregorio / Navarro / Deportes@elalmeria.es

Fútbol y mileurismo

La actitud de las instituciones públicas y la banca es de una impudicia intolerable

RECUERDO haber leído estos días una entrevista con David Vidal en la que el técnico del Elche manifestaba que los futbolistas no deben olvidar nunca que son unos privilegiados por trabajar en lo que les gusta y cobrar lo que cobran. Una de sus hijas, según cuenta Vidal, tiene tres carreras y es mileurista. Intuyo que tales testimonios los hizo en el contexto de la crítica situación económica que el Levante está atravesando desde el inicio de temporada. La plantilla granota, harta de no ver un sueldo, amagó con ir a la huelga no presentándose a jugar ante el Recre. De la noche a la mañana se obró el milagro de los panes y los peces. Al parecer, las instituciones públicas de Valencia se han volcado con el caso y han logrado que bancos y cajas libren un crédito de 18 millones de euros para hacer frente a los salarios de la plantilla. Me alegro sinceramente por los jugadores del Levante, que han mostrado su profesionalidad, pero la actitud de las instituciones y la banca es de una impudicia intolerable. La banca por su forma de tender la mano en este caso a la vez que se la niega a la gran mayoría. Cualquier pareja joven me entenderá. Sólo ellos saben que han pasado las de Caín para lograr el préstamo hipotecario con el que poder afrontar la compra de un minipiso. Lo único que faltaría es que en el pliego de condiciones te exijan tener un número determinado de hijos para que sus simulaciones les garanticen el reintegro íntegro del capital aportado a los 40 años de su vencimiento. En cuanto a las instituciones, si los miles de albañiles, yesaires o pintores que ingresaron en las listas del paro el último mes hubieran hecho una petición de tal calado, se habrían encontrado con un portazo en las narices. Paradoja: los mileuristas, esa enorme clase media olvidada por otra clase, la política, siguen contribuyendo a mantener mal que bien la ya de por sí maltrecha economía del país y también pagando el disparatado precio de las entradas para ver a su equipo. Pintan bastos.

MÁS ARTÍCULOS DE OPINIÓN Ir a la sección Opinión »

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios