Málaga hoy

En los callejones habita lo sórdido en medio de las calles bulliciosas; ya no hay tanta manolería ni calesas

Estalactitas y estalagmitas. Zumbona manolería recorre la imperial de los omnibus. Calesas y calés. Es feria por era feria. Es Málaga hoy por era Málaga la semana pasada, era feria y se sumaban a los millones de millones de turistas miles de millones de feriantes y feriados, visitantes, visitados, folclóricos, cuadrillas, pandillas, manadas, todos prestos a hacer notar que están en feria y que todos van juntos, llevando la misma camiseta y sendas botellas de algo en la mano por la calle, desconozco si está o no prohibido beber en la calle, pero es feria, feria, feria, y todo está permitido, todos están permitidos, convivir los turistas que visitan monumentos con el estruendo monumental al lado de los monumentos, beber, vociferar, comer, bailar. Todos están contentos y al que no le guste que no venga. En el museo Picasso de Málaga hay cola para entrar y una chica de mal aspecto clama su miseria ante la cola hasta lo repite en inglés, alguien le da cinco euros. En los callejones habita lo sórdido en medio de las calles bulliciosas, huele a orines, alguien se pincha en un portal, ya no hay tanta manolería ni calesas. En la catedral me sobrecoge el cuadro Decapitación de San Pablo, un cuadro espectacular, da igual si san Pablo fue o no decapitado porque la verdad plástica grandiosa es más verdad que la realidad, es mayor, es la certeza total, San Pablo fue decapitado porque el cuadro es como una instantánea, una prueba, una evidencia. Creo que no debe existir ninguna catedral con una torre a medio hacer y un cuadro tan duro e impresionante. La calesas atraviesan la alameda, una señora protesta porque estamos pisando la calzada, hay una farmacia abierta, el desayuno es opíparo, las botellas pequeñas de agua se venden en formato tetra-brik, varios jóvenes de resaca y desayuno dicen que se van a gastar 55 euros en un taxi. La ciudad despierta despejada, ya no hay conjuntos de verdiales, las estatuas relucen, la ciudad temprano está limpia y tranquila, luce un sol afable, los españoles somos los extraños, te puedes tomar un refresco en un ambigú de la Alcazaba, puedes observar toda la ciudad apacible desde lo alto. Una suave brisa, no hace demasiado calor, fotografías los aparejos, derrochas esfuerzos, viajas, el otro hotel tiene todo domotizado, es un premio, la cúspide, el cielo, el champán, la tv de gran formato. Cavernas sinuosas con estalactitas y estalagmitas.

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