Militarismo

La falta de un espíritu flexible, somos el país de las líneas rojas, nos impide crear instituciones basadas en el dialogc

Siempre me ha impresionado la ausencia de militarismo en la vida política de Inglaterra y la vitalidad de su vida parlamentaria.Reflexionando sobre su historia solo encuentro en 1660 cuando un militar restablece la tan deseada restauración de 1660, que finiquita la traumática experiencia Cromwelliana. Cuando Carlos I, segundo rey Estuardo, "invade", sin tener derecho, The House of Commons (Cámara de las Comunidades) para arrestar cinco diputados incómodos (entre ellos Oliver Cromwell) el parlamento defiende sus privilegios y se produce la guerra civil al final de la cual al rey le cortan la cabeza. Debemos considerar que Cromwell no es un militar de carrera sino un terrateniente. convertido en jefe de una de las milicias que han ganado la guerra.

Hay, también, una "intervención" por omisión. Cuando el pueblo se levanta contra James II en 1688, el jefe de la Guardia Nacional, John Churchill, en vez de restablecer el orden público se marcha a unirse a William d'Orange y formar parte del lado ganador de "The Glorious Revolution" de 1688. Más tarde héroe de las cuatro victorias contra Louis XIV durante la Guerra de Sucesión Española. Fue nombrado "Duque de Marlborouhg" (llamado Mambrú en Francia, España e Italia) y es con Wellington uno de los dos generales que nunca fueron derrotados. Es, también, antepasado de Winston Churchill (el hombre que los Ingleses han votado como el Inglés mas importante de La Historia de Inglaterra).

Por el lado Español hay una cadena interminable de "Pronunciamientos" durante el siglo 19. No solo durante la época absolutista de Fernando VII, sino a través de todo el siglo. Las guerras civiles y la inestabilidad política (botón de muestra el año 1840 que tuvo seis gobiernos) hacen del "Pronunciamiento" un instrumento "imprescindible". Las elecciones las ganaba SIEMPRE el gobierno de turno. El sistema "clientelista" y el caciquismo funcionaban a la perfección. Ante semejante situación se cocinaban unos pronunciamientos contra el gobierno. Estaban compuestos de elementos militares, la parte determinante, de elementos políticos e intereses económicos.. Dado que la rutina alternativa de toda democracia normal no funcionaba, el "Pronunciamiento" se convierte en la panacea imprescindible de la "Alternancia Democrática" al estilo español.

La falta de un espíritu flexible, somos el país de las líneas rojas, nos ha impedido crear instituciones basadas en el dialogo y el compromiso. Solo han funcionado en España El Ejercito y La Iglesia, donde el razonamiento y la persuasión están ausentes. Los Españoles no saben dialogar.

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