PATRONA CORONADA

Cuando la Virgen del Mar recorra el domingo las calles será la máxima expresión de la piedad popular

Almería celebra su feria y fiestas en honor a la Santísima Virgen del Mar, Patrona Coronada de Almería. Desde que llegase en el siglo XVI esta imagen sagrada a nuestras costas en el paraje de Torre García, las gentes humildes de estas tierras del sur acogieron maternalmente a tan dulce Madre y Señora, siendo faro para mantener y acrecentar nuestra fe y torre firme frente a las adversidades, especialmente, en estos momentos de secularización de la sociedad y desacralización. Desde el Real Convento de Santo Domingo, bajo el rectorado de la Orden de Predicadores, padres dominicos, capellanes de la Virgen, y con la también siempre cooperación pastoral del Obispo, cabildo de canónigos y clero diocesano, transmiten la espiritualidad a través de los actos litúrgicos, organizados con exquisitez por la Muy Antigua, Pontificia, Real, Ilustre y Venerable Hermandad de la Virgen del Mar con la también aquiescencia institucional del cabildo municipal, y recordarnos que la Virgen del Mar nos invita a vivir el gozo de la fe, a vivir profundamente la fe, a creer en la verdad de Jesucristo, de la que forma parte la verdad de María Santísima y la verdadera devoción y fervor hacia Ella. Días cuasi festivos, de fragancias a nardos y azucenas e incienso, que acogidos con el agradecimiento del don de la fe, renovaremos en comunión eclesial, nuestras ofrendas a la Virgen del Mar, a la que veneramos como Maestra por haber sido la primera creyente, la primera que confió en Dios durante el anuncio de la Encarnación y la Pasión, Muerte y Resurrección de Jesús, Hijo de Dios e Hijo del hombre, pero sobre todo cuando en el Calvario estuvo al pie de la cruz.

La bella imagen de Santa María del Mar, nombre que lleva mi hija y nieta, tuvo que ser tallada en su momento histórico para que tuviera en sus brazos al Niño Jesús como expresión de esa misión única que cabe en María de mostrarnos y darnos a Jesús, fruto bendito de su vientre para la redención del género humano. Cuando la Virgen del Mar recorra este domingo, tras el sábado, su festividad litúrgica, las calles en la procesión de alabanza, será la máxima expresión de la piedad popular, un momento único de verdadera catequesis, de teología plástica, para que todos los creyentes y no creyentes, cofrades y no cofrades, encuentren en el interior de su corazón los misterios de nuestra religión católica, que nos ayudarán en nuestra vida personal, doméstica y profesional a poder alcanzar la santidad. Paz y Bien.

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