Carta del Director/Luz de cobre

Pedro Sánchez, el nuevo gobierno y Almería

Entiendo que las obras del AVE han adquirido velocidad de crucero, aunque no hay que bajar la guardia en la legislatura

Pedro Sánchez ha iniciado la legislatura, tras ser investido presidente, con una suma de diputados tan variopinta como los colores del arco iris. Lidiar con ese conglomerado de ideologías y de peticionarios en cola para satisfacer el famoso ¿qué hay de lo mío? va a suponer un desgaste atroz. Los momentos de felicidad serán escasos, los enfrentamientos constantes y las luchas intestinas tan desgastadoras como el agua en una caldera a fuego infierno.

Bajo este prisma no debe sorprender nada, o casi nada, que aquellos que somos la parte exterior de la periferia lo esperemos con las uñas sacadas, las garras desenfundadas y las reclamaciones desempolvadas al extremo. Entiendo que no podemos poner el carro delante de los bueyes o iniciar las críticas antes de conocer las intenciones de los cuatro convulsos años que se nos avecinan. Sin embargo, conocedores de los incumplimientos permanentes de aquellos que nos gobiernan, da igual el partido que ejerza el poder, hemos de estar ojo avizor cada día para evitar sorpresas desagradables de última hora.

La provincia, por desgracia, no ha sido nunca o casi nunca de las más agraciadas con los distintos presidentes y gobiernos que han ocupado el palacio de La Moncloa. Lo que hemos conseguido ha sido a base de presión mediática, reivindicación permanente y necesidad constatable.

Alguien podrá pensar que ahí están las autovías, las desaladoras o las conexiones aéreas que, mejor que bien y a veces con precios poco razonables, nos han situado cerca de cualquier lugar del mundo.Pero aún queda mucho camino por recorrer. Si el proceso se analiza con perspectiva, puedo entender que lo avanzado está dentro de la media, tirando a escaso. Pero si la valoración se hace año tras año y viendo como se condonan miles de millones a otras comunidades, tengo la sensación de que vamos en el furgón de cola o nuestra velocidad es la de una diligencia tirada por bueyes, mientras que los demás van en vuelos de motores supersónicos.

Entiendo que las obras del AVE que un día nos debe unir con Murcia y de allí a Madrid han adquirido velocidad de crucero, que no deben estancarse. Estaremos vigilantes para que no suceda. Sin embargo expreso cierta preocupación por la culminación de las obras de desaladoras que nos garanticen el agua necesaria para nuestras producciones agrícolas, verdadero motor de la economía de esta provincia. Vamos a esperar presupuestos y gastos para definir con claridad conde estamos y, sobre todo, si el interés de los que acaban de llegar al ejecutivo liderado por quien ya estaba, Pedro Sánchez, se centra en satisfacer los pactos firmados por un puñado de diputados o, si por el contrario, la solidaridad entre regiones y pueblos de España permanece incólume como siempre debiera suceder.

MÁS ARTÍCULOS DE OPINIÓN Ir a la sección Opinión »

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios