Pedro y el lobo

Pedro, si quieres hacer teatro haz teatro, si quieres escribir, escribe pero no llores con que si teatro y cultura están mal

Pedro se tira a la piscina con agua fría todos los días del año haga o no biruji y se hace unos largos así la tuviera en Ávila de los Caballeros en pleno invierno y no es climatizada pardiez. Tampoco es el Pedro que imaginan, aunque también se tire a la piscina todos los días solo que la mayoría de los días, sin agua. El Pedro del que yo les hablo fue antaño gloria televisiva, cómico audaz, actor, presentador, entrevistador y hasta cantaba. Pero la tv devino en camiones traídos del estercolero más próximo y ahí Pedro no supo estar, o no quiso estar, o no le dijeron ven. Pedro prefirió ser noblemente un noble de los de antes y con honradez profesional inusitada se quedó en el limbo de los que poco sabemos y de los que poco o nada hablamos. Pero insiste cercano a pensionarse en que tiene mucho que hacer y mucho que decir navegando en las inestables aguas del teatro. Teatro monólogo, monólogo en escenario, monologuista de salón, explicador de cosas que ya no le interesan a nadie, superviviente en el mar de las entrevistas de radio donde nunca paras de hablar, a las que contestas con silogismos absurdos y claro que sí, buscas tu espacio, si nadie te lo niega, si todo el mundo te apoya. Yo te hubiera recomendado que te metieses en el fango de la pornografía barriobajera de todas las tardes donde entra a poner boca y mano abierta todo quisqui que además no tiene nada que decir, porque para mí que se lo inventa. Y no a querer contar chismes en teatritos y escenarios previo paso por taquilla. Pero mira, chico, se ha venido a acabar el cuento del sálvame, tócame, insúltame, y ya no hay más. Y Pedro, si quieres hacer teatro haz teatro, si quieres escribir, escribe pero no llores luego diciendo que si el teatro está mal, que si la cultura está mal, que si las nuevas tecnologías son nuevas tecnologías y que si lo de antes si era televisión y destape. Y ahora te das el pegote de decir que casi lo tienes apalabrado, lo de un programita de televisión, allí donde han ido también a probar suerte el Herrera, la Otero y otros carcamales a los que escucho y aplaudo pero no los veo televisivos por mucho que lo fueran. Mejor iros todos a esos programas de qué grande era la tele y como veíamos todos a Heidi y Curro Jiménez con dos rombos. O política o sálvame, es decir ya solo política, elige porque queda poco más. Y actualiza el software que todavía tienes el del ms-dos, Pedrete.

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