República de las Letras

Peligro inminente

Parece que vamos a tener que volver a salvar la democracia el 23-J: el extremismo neofranquista acecha

Resulta que la derecha y sus medios afines, sus periodistas y sus tertulianos, quieren “normalizar” –se dice ahora– a la extrema derecha. Prevén pactos con ellos y, como es el interés electoral lo que prima, no la patria como cacarean siempre, mucho menos la democracia y muchísimo menos los derechos y libertades –que les importan un huevo–, pues quieren tener el terreno allanado para negociar con los neofranquistas y coger el máximo poder posible, aunque sea poniendo en riesgo el también cacareado régimen del 78. Menos mal que el vicepresidente de Castilla-León sale de vez en cuando a recordarnos –a recordarles a los mismos votantes de derechas– lo zafios, lo burdos que son. Por ejemplo, ahora, con el brote de epidemia de tuberculosis bovina en esa comunidad autónoma. Como se puede transmitir a los humanos, hay que sacrificar gran parte de la cabaña de la zona, pero… Lo primero es lo primero, y ahora mismo lo primero son los votos, gánense estos como se ganen, así que el tal vicepresidente se opone a las normativas nacionales y europeas en materia de epidemias de origen animal, vamos, que se pasa por los forros todas las leyes, despreciando la opinión y los diagnósticos de los científicos. Le da igual que sea un peligro para todos. Todo lo cual ha provocado serios altercados entre ganaderos y autoridades.

Ya tuvimos otra lección de este talante chulesco en Andalucía, con lo de Doñana. Que, por cierto, se ha calmado, una vez pasadas las elecciones, con beneficios electorales para la derecha –que seguía también en esta ocasión la línea de la extrema derecha– en la zona del Condado. Ganan los freseros que extraen agua de Doñana ilegalmente, pierde el Parque Nacional, perdemos todos, pierde España: ¡qué patriotas son!

El PP tiene previsto, tras el 23 de julio, aliarse con estos extremistas de mil formas distintas con el único fin de coger el poder. No les repugnan los neofranquistas, al fin y al cabo, ellos, en el fondo-fondo –o no tan al fondo, como Ayuso– también lo son. Al contrario, les vienen ideales para aparecer ellos, por contraste, como moderados de extremo centro.

Y a esto nos enfrentamos en estas Elecciones Generales: al avance de la extrema derecha de la mano de la derecha extrema –Sánchez dixit–. Parece que vamos a tener que volver a salvar la democracia como hicimos en otras ocasiones. Ahora, un puñado de vacas nos puede dar un susto. Sigo otro día.

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