Problemas ocultos

Debemos perder los miedos a compartirlos con la pareja, tomarlos en consideración y afrontarlos sin tapujos

Según diferentes encuestas entre un 25 y un 30 % de personas suelen tener problemas sexuales. Y solamente el 15% de esas personas con problemas sexuales lo consultan con un profesional, y el 12% lo comparten con amistades o con familiares.Y sufren sus problemas en silencio y en soledad. A veces incluso, sin comentarlos con la pareja. Tal es así que, por ejemplo, más del 60% de las mujeres simulan o han simulado el orgasmo. Y esta simulación a veces se produce durante años. Posiblemente, ningún otro problema de salud se encuentre tan descuidado como los problemas sexuales. Incluso, cuando las personas se han decidido a consultar, en muchas ocasiones, cuando se acerca el momento de la consulta, se echan para atrás, y no acuden. Y otras vienen solas y sin que su pareja tenga conocimiento. Se habla cada vez más de sexualidad, pero sigue siendo un tema con fuertes tabúes, rodeado de miedos, dudas, angustias y actitudes de negación. Cuando el problema aparece, se le deja evolucionar, pensando que ya se solucionará con el tiempo. Y esa es una falsa creencia. Lo que suele ocurrir es todo lo contrario. Los problemas sexuales van agravándose con el paso del tiempo, siendo luego mucho más difíciles de solucionar. Y cuando acuden, si es que lo hacen, ya van en un estado que, en ocasiones, es bastante lamentable, después de un largo y solitario sufrimiento. Y, además, con la expectativa de que, con unos comprimidos, o tratamiento rápido, se solucionará. De modo que cuando se percatan de que necesitarán varias consultas, es tanto el esfuerzo que les costó decidirse, que abandonan la terapia. Y muchos de los problemas sexuales, vienen acompañados de problemas de pareja, lo cual, puede alargar más la terapia. Tenemos, por tanto, un importante problema de salud y bienestar. Porque además, sabemos que los problemas sexuales, aparte de afectar a la vida en pareja, son causantes de otros problemas de salud, que suelen volver locos a los profesionales sanitarios. Y muchos de estos problemas sexuales, esconden detrás otros problemas de salud. Por ejemplo, la disfunción eréctil, puede ser el preludio de un infarto de miocardio o de un infarto cerebral. De hecho, la disfunción eréctil, ya es reconocida como un factor de riesgo cardiovascular. Por tanto, debemos ir tomando conciencia de la importancia de consultar y resolver los problemas sexuales, y no dejarlos de lado. Debemos perder los miedos a compartirlos con la pareja, y tomarlos en consideración seriamente, y definitivamente afrontarlos sin tapujos.

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