Señora Ayuso: sí, pero no

La justicia social es algo que no existe y su ausencia explica las envidias y el rencor

No se sorprenda: estoy de acuerdo con usted, señora Ayuso. Bueno, comparto algo así como el cincuenta por ciento de una cosa que dijo. Lleva usted razón, señora Ayuso: la justicia social es un invento de la izquierda. Tal cual. A aquellos a los que usted parece pertenecer (no le ofenderá que le diga que “a la derecha”) no se le habría ocurrido hablar de algo así como “justicia social” con todos los valores, con todas la tomas de posiciones que conlleva. Ahora bien, con lo que ya no puedo estar de acuerdo es con la segunda parte de lo que dijo afirmando que el concepto “justicia social” es un invento de la izquierda para promover la envidia, el rencor, la “lucha de clases”. Eso, señora Ayuso, ya no es verdad. La envidia y el rencor existen mucho antes de que nadie hablara de “justicia social”. En todo caso es al revés: la justicia social es algo que no existe y cuya ausencia explica por qué hay envidias, por qué existe el rencor, del mismo modo que la ausencia de vitaminas es razón de ciertas enfermedades. Hay otra cosa en la que da usted en el clavo: las desigualdades que provocan la envidia y el rencor se debe a que unos viven del trabajo de otros. Pero los que viven del trabajo de los demás no son exactamente aquellos a los que usted se refiere, ciertos grupos de personas a las que considera vagos, incompetentes y otras lindezas (que los hay). Si usted hubiera estudiado algo de historia, aparte de las pasadas grandezas de la madre patria y de los héroes como Hernán Cortés o Cascorro (que habría que indagar por qué estaba allí este pobre hombre) se habría dado cuenta de cómo han sido hasta la fecha las relaciones humanas, donde castas y clases sociales han vivido un profundo desencuentro por las diferencias de derechos y de oportunidades. Esas diferencias engendraban la presencia de privilegios. Esos privilegios son el origen de la “lucha de clases”. Esa sí ha sido y es una realidad histórica cuya existencia usted adjudica erróneamente a la promoción de la justicia social por parte de la izquierda. Tan es una realidad que usted, sin darse cuenta tal vez, es una de las protagonistas de la actual lucha de clases. La belicosidad, contra lo que usted parece creer, no es exclusiva de las clases desfavorecidas: es mucho más patente en las clases dirigentes. Si no, mírese en el espejo. No creo que vaya usted a leer esto que escribo. Está muy lejos. Da igual, porque no estoy muy seguro de que lo entendiera.

MÁS ARTÍCULOS DE OPINIÓN Ir a la sección Opinión »

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios