La tapia con sifón

Superalimentos

Las almendras o las nueces tienen bastantes más proteínas que cualquiera de los cuatro “superalimentos” citados

De vez en cuando aparece en el mercado un “nuevo” superalimento que nos va a alegrar y alargar la vida, nos va a curar más que la penicilina y nos va a dar más gusto que un jamón de pata negra. Ahora está en candelero el azaí; o açaí que es como se llama en su país de origen, Brasil. No hace mucho nos vendieron otros milagrosos alimentos como la quinoa andina, la chía centroamericana o la baya de goji asiática.

Tienen en común que eran alimentos ancestrales en sus zonas de origen y que es verdad que tienen composiciones nutricionales buenas. Incluso muy buenas, no hay que negarles sus virtudes. Lo que sí hay que negar es que sean mejores que nuestros viejos amigos los cereales, las legumbres y los frutos secos. Son más caros, eso sí, porque de lo que se trata es de vendernos motos y cobrárnoslas como si fueran las de Marc Márquez y Valentino Rossi. Las almendras o las nueces tienen bastantes más proteínas que cualquiera de los cuatro “superalimentos” citados, mucha fibra y sus grasas son de más calidad.

Los garbanzos, el trigo o las lentejas tienen un equilibrio nutricional que ya quisieran esos cuatro. Además son más baratos y no joden el medio ambiente ni la vida de nadie. Porque cada vez que las multinacionales de la manduca ponen un “nuevo” alimento de moda deforestan bosques, eliminan otros cultivos indígenas de la zona y empobrecen la vida de sus habitantes en todos los sentidos.

En el caso del azaí, para atender a la creciente demanda la extensión de su cultivo ha pasado –en el estado de Pará (Brasil)- de 77.000 a 188.000 hectáreas en diez años. La demanda, inducida por la publicidad seudocientífica y gastronómica (dicen que tiene gusto a chocolate), ha conseguido que la exportación en ese estado brasileño haya pasado de 40 a 5.937 toneladas.

Como ha ocurrido en tantos otros casos –soja, palma, palmito- han talado árboles nativos en los bosques de ribera para cultivar azaí, lo que produce una rápida reducción de especies vegetales y animales del ecosistema. Como consecuencia, los habitantes de la zona pierden muchos de sus alimentos y, al valorarse el azaí en el mercado mundial, a ellos les cuesta más caro. Una maravilla, los superalimentos. Además, para superalimento, sabroso y completo, un bocata de jamón con pan integral, aceite de oliva y tomate. Comprueben la composición nutricional si no se lo creen.

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