Xenofobia como bandera

Hoy celebra el Partido Nacionalista Vasco (PNV) su particular aquelarre nacional del Aberri Eguna

Hoy celebra el Partido Nacionalista Vasco (PNV) su particular aquelarre nacional del Aberri Eguna, coincidiendo con el Domingo de Resurrección, por ser tal día festivo del año 1882 cuando, según la mitología nacionalista, Sabino Arana, se deslumbró ante el ideal de una patria vasca a cuya construcción debía consagrar su vida. El episodio remeda el episodio de la caída del caballo de San Pablo, camino a Damasco y su conversión al cristianismo, y marca en el tiempo el surgimiento de una devoción infalible y la entrega pasional a una religión que conjugaba su esencia etnológica con su dimensión política. Se ha escrito mucho sobre Sabino Arana, el fundador del PNV y figura sacra del nacionalismo radical vasco, pero pocos han sabido justificar cómo, a pesar de su acendrada doctrina racista, misógina y ultracatólica, fue y sigue siendo santificado en los altares del PNV. Porque no es fácil encontrar algún partido en la cultura occidental europea que mantenga como ídolo fundacional a un misógino fanático, retrógrado y odiador intolerante como fue este Sabino, cuya violencia verbal a favor de su Arcadia euskaldún, preñó aquel odio violento del que nació ETA, que ya solo se saciaba con la liquidación física del foráneo que no sintiera la patria vasca como ellos la idealizaban. Aunque en ambos casos sea justamente la exclusión del otro, del español, lo que los significa. Por más que el nacionalismo actual, de Bildu o el PNV, haya sustituido el rancio racismo étnico por el lingüístico, o sea, la raza por el idioma, alzando al euskera como cuerpo y sangre de la identidad vasca y reflejo del alma de su gente. Y por más que la xenofobia a lo foráneo sea aún santo y seña de una doctrina que sigue celebrando tan ostentosamente, el hito atávico del Aberri Eguna, un significante anacrónico para exaltación del pueblo elegido entre los que pueblan el mundo cosmopolita de hoy.

Y todo ese proceso evolutivo desde Sabino hasta el nacionalismo actual de PNV y Bildu, es el que aborda y argumenta con notable lucidez y exhaustivo apoyo de datos históricos Luis Haranburu, en su libro "Odiar para ser. Nacionalismo vasco: resentimiento e identidad" (Almuzara 2021) una obra que también para los que ya leímos decenas de estudios sobre estas derivas nacionalistas en general, y de la vasca en particular, aporta perspectivas sociológicas y confirma analíticas racionales de apreciable claridad y solvencia.

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