El allegado Moreno Bonilla

El presidente andaluz ha montado un show con la guía de normas de Navidad y ha enredado más las cosas

En la víspera de una Navidad distinta, que millones de personas afrontarán con una vida trastocada en lo más profundo por los devastadores efectos del coronavirus, conviene no seguir enmarañando las cosas ni confundir a la ciudadanía de manera innecesaria. Sin embargo, en Andalucía, nuestro presidente autonómico nos sigue complicando la vida. Recientemente, con el batiburrillo de medidas que debemos cumplir en estas fechas.

Esta truculenta guía de normas y horarios cuenta con disposiciones incomprensibles en la mayor parte de los casos. El Ejecutivo de Moreno Bonilla había generado una gran expectación, organizando todo un show mediático con tuits programados para despertar curiosidad entre la población pero, lamentablemente, sólo ha venido a enredar más las cosas. Con preguntar a la hostelería lo que les parecen las medidas es suficiente. Moreno Bonilla ha montado una desescalada en dos fases de tan sólo una semana de duración cada una de ellas y en la que ha sobresalido más el boato que las medidas en sí. Nos ha mantenido en tensión hasta el último momento, ha reaccionado más tarde que ningún líder autonómico a anunciar cómo sería esta Navidad y, cuando lo ha hecho, ha sido para crispar más las cosas. Ha salido más veces en los medios y durante más días que nadie para decir menos que cualquiera. Todo hace indicar, con ese interés por estar en todos los platos, en todas las reuniones y a todas horas, que quisiera ser él nuestro andaluz más allegado en estas fechas. Ese 'allegado' del que aseguraba que generaba confusión. Aunque lo que diga no tenga trasfondo alguno, como ha ocurrido antes de anunciar las medidas para esta Navidad, ha tratado a toda costa de hacerse un hueco diario en la actualidad para, de rebote, entrar en nuestros hogares. Con sus tuits y con sus ruedas de prensa a modo de mensajes navideños, se ha hecho un hueco en nuestros hogares, como ese allegado al que no hay manera de despedir a la puerta de casa. No es momento de improvisar ni de vaivenes. Moreno Bonilla no puede pretender irrumpir en cada hogar para desinformar. Su ansia por meterse en nuestra casa, para anunciarnos medidas que nadie entiende, roza el dislate. En todo caso, si realmente piensa que son las que hay que tomar, junto a esas restricciones debe haber ayudas y eso es algo que el presidente andaluz no termina de comprender.

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