La canción del verano

Con ‘Libertad sin ira’ y ‘Habla pueblo habla’, el 17 de agosto las Cámaras se constituirán en la XV legislatura

Parece que fue ayer, en estas fechas estivales veraniegas se destacaba alguna canción que se identificaba con las emociones de lo que representaba el verano para la sociedad, y nos servía a nivel psicosomático para superar las estrecheces dialécticas del momento histórico y las temperaturas climáticas, tan desbordantes como las actuales, aunque lo asumíamos con la mortificación de los sentidos y los abanicos que llevaban implícitos los suspiros y ruidosos ventiladores, poco más, salvo las corrientes de aires del sur que traspasaban las ventanas y puertas de las encaladas casas.

Se quiera o no, la canción del verano formaba parte de nuestra cultura popular, aceptada sociológicamente por toda la ciudadanía, hasta los turistas venidos de otras latitudes, repetían el estribillo canturreando o silbando hasta la extenuación a lo largo de los días con sus noches tropicales de descanso, cuyo calor daba sensación de una pequeña tregua para poder conciliar el sueño, entre el sonido de las cigarras y grillos como si fuesen una banda sonora, que finalizaba con el reloj biológico de los primeros cantos de los gallos y las intensas fragancias rociadas de jazmines, geranios y galanes de noche. Ahora, entre pesadillas, okupas y la agenda 2030 solo hay insufribles mosquitos que intentan acribillarte.

Pero la canción de verano se evaporó. Al día de la fecha, poniéndonos los pelos como escarpias, las bandas sonoras que nos suenan en el globalizado internet en pleno verano postelectoral son las de los partidos políticos de todo el arco parlamentario de la atrofiada ley D´Hondt para arropar, especialmente, a los ilusos desencantados, que tras una mortífera pandemia y estando en guerra en Europa, tuitean que peor podríamos estar.

Cada español debe tácitamente al erario público cuarenta mil euros, estamos en quiebra técnica, pero la música enlatada del Tik Tok nos está mediáticamente refiriendo con lágrimas de cocodrilo, que más vale lo malo conocido de un frente popular anómalo, que propugna con renglones torcidos la nada, que lo bueno por conocer de un colectivo nacional afín, que nos llevará, compulsiva mentira, a una involución apocalíptica.

En fin, con las canciones “Libertad sin ira” y “Habla pueblo habla”, el 17 de agosto las Cámaras Alta y Baja se constituirán en la XV legislatura conforme a la voluntad del Parlamento, cuyo pluralismo político en la gobernanza podría ser contradictorio al sentir democrático de las urnas. Paz y Bien.

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