Todo es confusión

Si todo depende de la voluntad política, aclaren en qué posición se encuentra nuestra obra, el famoso soterramiento

Le preguntaba yo a mi madre cuando era pequeño y tenía ciertas veleidades qué cosas se hacían en un noviciado. Ella me contestaba que a los novicios les hacían enfrentarse a situaciones penosas para probar su paciencia. Entre otras les daban unas cuerdas con muchos nudos para que las desenredaran. Si no se exasperaban les permitían seguir adelante. Confieso que a veces me da la impresión de que ahora no soy más que un novicio y algunos políticos del entorno serían los maestros de novicios. Diré por qué. Hace unos días escuchaba la radio mientras conducía y empezaron a reproducir declaraciones de la Consejera Carazo y de la subsecretaria del Ministerio correspondiente. La confusión que empecé a sufrir me retrotrajo a una situación casi monacal de enredos. Eran una serie de "dimes" y "diretes" en los que las defensas de las posiciones propias no mostraban tanto de modo explícito su proyecto cuanto un ataque a las posiciones ajenas. En cualquier caso no me sirvieron para nada y mi confusión fue en aumento. Seguro que me hubieran echado del "noviciado" por haber perdido la paciencia ¿Tan difícil es hablar con claridad? ¿Les costaría mucho trabajo dar datos concretos? Posiblemente mis conocimientos sean incompletos, pero pienso que una manera de aclarar las cosas podría ser dar, conjuntamente, una serie de datos que nos permitieran a los ciudadanos de a pie saber por dónde van los tiros. Por ejemplo, ¿a cuánto asciende el total de la obra por la que están disputando "al revés" (es decir, quién NO se queda con la obra, o mejor, quién NO paga la obra)? Supongo que habrá un presupuesto. Supongo que habrá una normativa respecto a quién le corresponde financiar los trabajos. Y si no existe tal normativa, entonces, si todo depende de la voluntad política, aclaren en qué posición se encuentra nuestra obra, el famoso soterramiento, en las prioridades de cada uno, tanto de la Junta como del Estado. Es una queja sistemática de los almerienses decir que estamos al final de la fila, que satisfacer lo que consideramos nuestras necesidades está a la cola de ambos gobiernos o de un gobierno. Por tanto, que hay otros proyectos en los que tienen más interés y por tanto aplican a ellos sus presupuestos. Si es así, será que se les ha acabado el dinero y no se atreven a decirlo, y con ese vayvén de declaraciones dejan pasar el tiempo y no reconocen la causa real. Y así, ni el 26 ni el 28. "Menos tu vientre, todo es confuso" (Miguel Hernández dixit).

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