democracia populista

El globalismo y la cultura woke son los nuevos disfraces de la izquierda que nos llevan hacia un mayor riesgo de pobreza

El progreso no es cambiar el mundo, sino cambiarse a uno mismo para lograr algo mejor “ - Santo Tomás Moro. Ser una voz católica en la vida pública implica difundir nuestra fe y nuestros valores también a través de cualquier instrumento comunicativo de opinión como único “manual de resistencia” frente a la colonización de todas las instituciones constitucionales para diluir de forma sutil la defensa de la libertad y la igualdad de todos los españoles.

El Parlamento italiano se dispone a aprobar una ley claramente Pro Vida. Si bien la ley de 1978 se titula “Ley para la Protección social de la maternidad y sobre la interrupción voluntaria del embarazo”, Giorgia Meloni quiere hacer hincapié en la primera parte de la misma, defender a la mujer y a su hijo, al tiempo que rechaza eufemismos y pasa a hablar de aborto con la connotación negativa que inevitablemente tiene la palabra.

Se tiene en cuenta además el alto número de objetores de conciencia que existe en Italia en este tema. A partir de su aprobación, la nueva norma permitirá la asistencia de voluntarios pro Vida en clínicas y hospitales, donde habrá una sala o habitación para que las mujeres que lo deseen puedan consultarles, pero sobre todo, se introduce la escucha del latido del corazón del bebé. En este caso Italia será la segunda nación, después de Hungría, en elegir el latido del corazón para informar a las madres de que lo que llevan en su vientre es un bebé, una Vida humana, un Cuore che batte.

Pero la corrosiva política gubernamental nacional aliada del independentismo y el izquierdismo comunista de divide y vencerás está debilitando lamentablemente el sistema democrático en concurrencia con inestabilidad de las instituciones españolas, siendo un ejemplo claro el abandono sistemático del Gobierno ante el fenómeno migratorio, la cada vez mayor inseguridad en España, la carestía y la falta de respeto al Poder Judicial.

Y es que, el globalismo y la cultura woke son los nuevos disfraces de la izquierda que nos están llevando a un empeoramiento del riesgo de pobreza y exclusión social en España y que no pueden disimular su odio a nuestra civilización, a los valores democráticos y cristianos. No estamos ante una simple propuesta política o económica, sino frente a un movimiento totalitario de democracia populista que pretende liquidar nuestros valores, nuestras convicciones en defensa de la familia, la vida, la propiedad privada, las fronteras fuertes y la soberanía de las naciones. Paz y Bien.

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