El pasado lunes no fue laborable, como no lo ha sido ningún Primero de Mayo en España desde 1889, salvo los de cuatro décadas en las que nos gobernó un golpista, dictador y genocida bien conocido por todos. Es muy importante reflexionar sobre cómo se vive hoy una fecha tan señalada en el calendario, su origen y su recuerdo. Faltaban, por aquel año, aún un par más para que el Papa León XIII escribiera su encíclica "Rerum Novarum" (De las cosas nuevas) y que se ha considerado el inicio de la Doctrina Social de la Iglesia; posiblemente, porque surge en una segunda mitad del s.XIX donde la vida social, económica y política de nuestras sociedades occidentales presenta una ebullición más que visible.

Efectivamente, ese decalustro vio aparecer la "Contribución a la crítica de la economía política", de Carlos Marx (1859), señalando la situación que vivía la clase obrera en aquella Inglaterra, y que hoy podemos ver, gracias a teólogos como Enrique Dussel, como un excelente tratado que nos enseña cómo el Mercado ocupa el lugar central de las relaciones sociales del que nunca debió ser desplazado el Ser Humano ("fetichismo"). Asimismo, vinieron a completarse esos cincuenta años con unos lamentables sucesos acaecidos en Chicago, en 1886, en torno a las luchas por la rebaja del horario laboral que, por entonces, en los EEUU, alcanzaba las dieciséis horas diarias: vinieron a significar el fusilamiento de cinco personas, por parte de la policía que cargó en días posteriores a los manifestantes. ¿Tiene hoy interés esto entre nosotros? Si es por los datos que nos aportan los medios de comunicación, la celebración de la boda de Tamara e Íñigo tiene mayor relevancia que el día de antes de ayer. Por supuesto, nosotros somos personas decentes, dispuestas a vivir servilmente bajo unas condiciones de trabajo que no permiten emanciparse a nuestros jóvenes antes que llamar a las cosas por su nombre y morir dignamente, llamando sinvergüenza al explotador y señalándolo con el dedo. Un explotador que no es, necesariamente, el empresario que con sacrificio personal lleva una empresa de "dimensiones humanas", sino el que sabe manejar los Mercados: 1.196.425 accidentes laborales en 2022 en España; de ellos, 631.724 con bajas; siendo graves 4.714 y 826 mortales. Más de dos muertos diarios en el tajo de trabajo, y "no hay motivos". ¿Cuántos muertos diarios crees que necesitamos p'a que t'enteres?

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