Hoy, 13 de noviembre, festividad del franciscano san Diego de Alcalá, al que le tengo una especial devoción católica por la vinculación de la Cofradía del Silencio a la Orden Franciscana Menor en lo que fue el Convento de san Agustín y a la venerable Orden Tercera, actualmente en la iglesia parroquial del mismo nombre, entre la Rambla de Alfareros y calle Jesús de Perceval, antes Padre Gabriel Olivares.

Los profesores saben muy bien que la lectura no es solo silabeo de unas palabras, sino que lo importante es la lectura comprensiva. Es decir, entender lo que se lee, relacionarlo con otras lecturas, pensar por uno mismo, actualizar y personalizar el texto que tenemos ante nosotros.

Lo acontecido la semana pasada en España entre el Gobierno en funciones de Pedro Sánchez y sus aliados es empeñarse en remover de forma involucionista la Constitución Española de 1978, quebrando el Estado de Derecho y conllevando la humillación del conjunto de ciudadanos que integramos España como Nación.

La finalidad de Pedro Sánchez junto a los comunistas e independentistas de derechas e izquierdas es que los españoles otra vez «nos partamos la cara». Lo relatado días atrás es un auténtico Golpe de Estado a la democracia liberal para reconvertirla entre tribulaciones mediáticas y lobbies en una democracia populista al estilo marxista de Venezuela, Nicaragua o Cuba, en la que la separación de poderes queden en el rescoldo de las tibiezas.

¡Lo peor es la falta de conciencia institucional y ética política! Cuando en estos momentos los estómagos agradecidos electos del aparato del partido con despotismo compulsivo comentan respecto a los españoles que han salido a la calle a manifestarse en contra de sus pactos maniqueos para hacerse de nuevo con el Gobierno de la nación. En cuanto la prensa les hace una pregunta responden con beligerancia que se está atentando contra la democracia, incluso contra la Constitución. ¡Hace falta desparpajo! o ¡Nula vergüenza!

¡Qué quieren desde la oligarquía del partido socialista! Que seamos sumisos y nos resignemos como algunos mitrados tras convertir el Gobierno a la iglesia en chivo expiatorio abriendo una causa general contra ella movida por una campaña del intelectual orgánico de la progresía. ¡Pues no! Aunque nos excomulguen hemos despertado del letargo y no vamos a permitir que España deje de ser un Estado de Derecho, democrático y con separación de poderes. Paz y Bien.