LA relación "amorosa" entre el entrenador y el presidente del Almería escribió ayer un nuevo capítulo en Águilas. Cuando parecía que el divorcio era inminente, apareció el presidente con una seductora oferta basada en una serie de promesas que veremos a ver si llegan a buen fin y que, en definitiva, pueden hacer cambiar de opinión al técnico vasco. Emery entró en la reunión más fuera que dentro y salió más dentro que fuera. Emery es consciente de que sin conseguir la permanencia, con el calendario que se avecina adelantar "no sigo" es un riesgo innecesario cuando no tiene otra oferta en firme encima de la mesa de uno de los grandes; por desgracia si llegan derrotas y la permanencia matemática se resiste más de lo esperado podría deteriorar su imagen entre algún sector del público. Pero al mismo tiempo el presidente ha ganado otro pulso, le ha puesto sobre la mesa al entrenador un proyecto más ambicioso para seguir creciendo pero no en otro club sino en el Almería. Le ha ofrecido una mejora deportiva, gracias a unos acuerdos económicos que está a punto de firmar Alfonso García, esos "agentes externos" de los que habla el comunicado oficial del club y que si finalmente se convierte en realidad estamos hablando de otra historia. Un proyecto para consolidar al equipo en la élite y poder competir en el mercado con otros equipos con jugadores de nivel. Hagan o no hagan declaraciones sobre el tema mientras la renovación no sea un hecho, quieran o no quieran se va a seguir hablando porque después de lo de ayer seguimos sin saber si Emery va a seguir y como lectores quieren saber si se va o se queda pues habrá que seguir informando de acercamientos y alejamientos.