La Tribuna

Ángel López Moya

Coronel de Caballería retirado

Las tribulaciones de Sánchez

Hhace más 400 años Miguel de Cervantes escribió esta frase: “Vimos en julio otra Semana Santa…” y desde entonces miles de estudiosos de su obra han vertido ríos de tinta, intentando descifrar qué quiso decir con esta frase. Pues esto no es nada, comparado con los casi 50 millones de españoles y cientos de millones del mundo mundial, que seguimos dándole vueltas al porqué y para qué, el presidente del gobierno se ha recluido en su oratorio particular durante “5 Días 5” con sus noches correspondientes en profunda meditación. Tenemos dudas de si este retiro espiritual ha ido acompañado de ayuno, flagelación y otras disciplinas propias de los anacoretas. El lunes 29 de abril, tras consultar con la marmota hispana, otros la llaman Gracita, Sánchez se despertó tras un profundo sueño y a las 11 de la mañana saludó a todos los españoles con un “buenas tardes”. Ahí queda eso. ¡Va por ustedes! Conociéndolo, como lo conocemos, todos sabemos que se quedó con ganas de decir “buenas tardes nos de Dios” pero se contuvo, tal vez presionado por algunos de sus socios de gobierno, que son un poco ateos.

Han sido 5 largos días de angustia, de incertidumbre, de zozobra para todo su rebaño. Reconozco que yo creía que Sánchez se cortaba la coleta al fin y me auto convencí de que sin él podríamos llegar a sobrevivir, malamente, pero con el entrenamiento que hemos tenido en los últimos años, sobreviviríamos. Sería duro al principio, porque con su ausencia perderíamos amigos como Hamás, el bueno de Maduro y es posible que hasta Mohamed VI en persona, pero estaba convencido de que los españoles, que sobrevivimos a la gripe del 1918, a una guerra civil, a la colza, terremotos, sequía, inundaciones y al covid19 sobreviviríamos también, eso sí con un gran vacío espiritual. Lo dice el pueblo que es sabio: algo se muere en el alma cuando un amigo se va…

El discurso de Sánchez, un tanto misterioso y amenazante, nos ha creado un poco de inquietud con eso de “la lucha contra el fango”; porque el fango somos nosotros, los que no lo votamos, y eso duele. Ahora que los cerdos, gallinas y animales de compañía han conseguido un estatus equivalente al nuestro, va Vd. y me sale con esas cosas. También amenazó contra la libertad y la prensa libre y no tengo la menor duda de que lo hará. Para eso durante estos años se ha ido haciendo con el control de todos los poderes del estado. Escribía Julián Marías que para saber el grado de libertad que hay en un país, hay que responder a estas tres preguntas: Qué puedo hacer, qué me dejan hacer y qué me pueden hacer. Pues voy a responder con honestidad.

QUÉ PUEDO HACER? De momento puedo pensar, puedo escribir y poco más. Es decir: tengo derecho al pataleo pero nada más. QUÉ ME DEJAN HACER? Pues me dejan estar en mi casa de guardia permanente, porque si me ausento de ella durante unos días o unas horas, es posible que a la vuelta ya se haya instalado un okupa en ella y yo tenga que dormir en un banco de la calle o en la casa de un familiar o amigo. Y yo soy muy afortunado, porque tengo ambas cosas. No sabemos si en la larga meditación de nuestro Presidente habrá tenido en cuenta este asunto; porque es cierto que los okupas son votos que gana, pero los que pierden su hogar, también son votos a restar. Presidente no te engañes, haz bien las sumas y las restas y no te fíes de María Jesús Montero.

La tercera pregunta es QUÉ ME PUDEN HACER? En mi caso lo que quieran, con 82 años no voy a preocuparme por estas cosas mundanas. Pero hay en todo este sainete cosas que no puedo comprender. Por ejemplo. A que fue Sánchez el 29 por la mañana al Palacio de La Zarzuela, entrando a escondidas por la pequeña puerta de Valdemarín, para ver al Rey? Acaso fue a presentarse a Felipe VI cuando declaró la huelga gubernamental? Porque si Su Majestad se enteró por los telediarios o por un WhatsApp me parece una falta de educación enorme en el mejor de los casos. Todo esto tendría que explicarlo a los españoles, aunque dada su trayectoria y hábito de mentir, incluso sin necesidad, no nos lo íbamos a creer. Es triste que un presidente de gobierno pase a la Historia como Pedro el Mentiroso. Quiero agradecerle antes de que se vaya, Sr. Presidente, el que nos haya enseñado a robar a lo grande, sin miserias. La española cuando besa, siempre besa de verdad… y a la hora de robar, mangar, afanar… hay que hacerlo a lo grande. Robar cientos o miles de millones de euros ya no debe ser delito, porque estamos viendo a diario a los ex presidentes andaluces disfrutando del sol primaveral como cualquier jubilado. El robo es uno de los delitos más antiguos que existe en cualquiera de sus variantes y debe ser castigado. Ahora bien no acepte Vd. una caja de cigarros habanos o de un reserva de Ribera de Duero, porque en ese caso sí podría ir a la cárcel y pasarse unos años a la sombra. Lo dicho: Robad a lo grande, sin miserias, que ya repartiremos.

No quiero terminar este artículo sin recordar a García Page, el perro faldero de Sánchez que a veces ladra, pero no muerde. Lo vimos todos los españoles el 28 de abril manifestándose con gran entusiasmo en apoyo a Pedro. Nos hundimos.

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