La única verdad

Según falsos relatos, Junts es progresista, a Trump le robaron las elecciones y la ‘policía patriótica’ es un asunto antiguo

Tachado de mentiroso por sus críticos, Pedro Sánchez afina la defensa de su credibilidad con otra vuelta de tuerca al concepto de llegar a la virtud por necesidad. De puntillas, pasa de la virtud a la verdad. “La única verdad es la realidad”, ha dicho esta semana a Íñigo Alfonso en una interesante entrevista. El excelente periodista de RNE, riguroso, repregunta sin concesiones una y otra vez. El intercambio es desigual; enfrente tiene a un político escapista que elude respuestas o se pregunta a sí mismo. Este asunto de la verdad y la realidad es un juego tramposo. Sin ánimo de desmentir a Aristóteles, la realidad que percibimos los seres humanos es la que cada cual crea en su mente. Hay diversas realidades construidas con distintos relatos.

El relato de Sánchez sigue diciendo que él representa a una mayoría social progresista. Y no. Su Gobierno es el mínimo común denominador de una heterogénea coalición antireaccionaria, que le ha pintado una raya roja al PP por su alianza con la extrema derecha. Pero no puede evitar la sensación generalizada de que entre sus aliados hay ultranacionalistas supremacistas y victimistas intransigentes, que se diferencian poco de Vox. Él prosigue el relato de su realidad afirmando enfático que hará concesiones, sudará la camiseta y perderá votaciones por un bien superior. La subida de pensiones y demás medidas sociales de sus decretos son el paisaje en la que quiere que nos fijemos. Lo hace para que las miradas no se vayan a la debilidad de un Ejecutivo a merced de los caprichos de un prófugo, convertido en el político más aborrecido de España.

Otros asuntos de actualidad nos reflejan falsas realidades bien elaboradas. Donald Trump camina firme hacia una reelección vengativa que inquieta sobremanera en Europa. Para mucho votante americano la única verdad es que le robaron a su ídolo las elecciones; están convencidos del relato falaz del expresidente, aunque esa no sea la realidad. Y aquí en España, en el PP ponen cara de póquer ante las pruebas que La Vanguardia y elDiario.es están publicando sobre la escandalosa actuación de una llamada policía patriótica que durante el Gobierno de Rajoy, presuntamente, inventaba pruebas contra rivales políticos u ocultaba evidencias de corrupción en Génova 13. En el partido lo despachan diciendo que es una cortina de humo con temas de hace más de diez años. ¿Antiguo? No. El caso de los ERE falsos de Andalucía empezó hace 24 años y buen partido que le saca a diario el PP. Todo depende del relato que nos lleve al escenario que les convenga. En realidad, la única verdad es la ficción.

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