Tribuna

José María Martínez de Haro

Corrupción o democracia

Corrupción o democracia

Corrupción o democracia

Eeste es el gran dilema que agita la democracia española. Parecía que la gigantesca ola de “progresismo” avanzaba sin contención surfeando sobre la proposición de ley de amnistía. Explicaban los portavoces del beneficiario directo de este trueque que se trata de una demostración de normalidad democrática que encaja plenamente en la Constitución. Va ser que no.

La ola se desinfla y la apretada mandíbula del presidente saliendo del Congreso era un editorial sobre el fracaso. Las voces de juristas de reconocido prestigio se divulgan en medios de comunicación con argumentos irrebatibles .La semana anterior asistí a la presentación del libro firmado por sesenta catedráticos eminentes encabezados por Manuel Aragón y Enrique Gimbernat;“la amnistía en España, Constitución y Estado de Derecho” (edit. Colex), la reprobación a esta proposición de ley es incuestionable, 78 textos críticos contra la amnistía fundamentados en argumentos estrictamente jurídicos dejan en evidencia a quienes por intereses políticos y otros de índole bastarda tratan de convencer a la ciudadanía que se trata de una normalidad constitucional. Falso. Como falsas son las palabras de tantos que hace unos meses afirmaban con rotundidad que la amnistía era contraria a la constitución y por ello el PSOE no la propondría jamás. Entre otros Carmen Calvo, Doctora en falsedades de este calibre. De ser cierto ese doctorado y esos conocimientos jurídicos no es imaginable que una doctora en derecho arrojara sus palabras y sus consideraciones jurídicas al estercolero. Hasta aquí llega en España la catadura moral y ética de quien hoy es Presidenta del Consejo de Estado por la gracia de su Sanchidad; podredumbre y miseria, calificativos idóneos.

Todo huele a corrupción, hay muchas formas de corromperse, orgánica e inorgánicamente. De otro modo no cabría imaginar las aberraciones en ese Bipedus Ardipithecus (muestra de retroceso antropológico) que ahora se ocupa de justificar las averías de los trenes con sonrisa primate; “hay que ir acostumbrándose, los trenes son viejos”. De este modo el ministro cree que ya está resuelto el problema. Nueva trama de corrupción ocupa ahora cartelera informativa. Causa risa la “sorpresa” de aquel otro ministro que dice que “cursó estudios” pero no fue capaz de ser torero ni guardia civil, como lo fueron su padre y su abuelo. La detención de su principal colaborador y mano derecha de su etapa como Ministro de Transportes lo sitúan en el foco de las sospechas en relación al escándalo de las mascarillas que durante los últimos años ha venido investigando la UCO de la guardia civil y que ha resultado con seis arrestados y 26 registros domiciliarios . Resulta que quien se ocupaba de canalizar el dinero público desde el Ministerio de Transportes era un tal Koldo Garcia Gainza de profesión portero de discoteca y de algún puticlub, dos veces en prisión por diversos altercados, la mejor profesión y el mejor curriculum para entrar en el área de cercanía y amistad de Ábalos y Sánchez. Como muestra del afecto algunas frases elogiosas de Pedro Sánchez a quien ha sido detenido como principal sospechoso de una trama organizada para cobrar comisiones y aumentar los costes de mascarillas en los años de pandemia; Sánchez dice, “Koldo, un inagotable aizkolari contra las injusticias. Un ejemplo para la militancia”. Si este “sujeto” fuera ejemplo de la militancia socialista, el PSOE se habría convertido en una academia de corruptos y mangantes de primer nivel. Queda por conocer a donde alcanzará esta trama nacida en el núcleo de amistades del Ministro Ábalos y si esto podría haber motivado su cese fulminante del gobierno. De momento están presuntamente implicados, además del Ministerio de Transportes, el Ministerio del Interior ,la Autonomía de Baleares y la de Canarias, todas gobernadas por el PSOE y todas en relación con esta empresa localizada por Koldo para sus supuestos manejos. El relato ficción de Sánchez en su comparecencia en Marruecos ante los medios informativos, no pudo soslayar su nerviosismo cuando fue preguntado por los motivos del cese fulminante de Ábalos.

Se trata de un escándalo de alcance político y jurídico aún desconocidos, aquel slogan de la moción de censura contra Mariano Rajoy fue señalar los casos de corrupción del PP, en parte verídicos, y situar la marca PSOE fuera del ámbito de los corruptos orillando los casos ERES y tantos otros anteriores al gobierno de Sánchez. Hasta anteayer, el Caso Mascarillas hunde a Sánchez y su gobierno en el mismo fango de corrupción que a Rajoy en el caso Gurtel o el caso Púnica. En este asunto el PSOE continua con su conocida política del avestruz; esconder la cabeza y mirar hacia otro lado. Asi viene ocurriendo desde los primeros casos de corrupción de políticos socialistas, los escándalos de los ERES fraudulentos de Andalucía y otros muchos con el PSOE como siglas de amparo fueron mitigados informativamente por los medios afines, tal como ahora hace sin rubor alguno el diario gubernamental el País con el Caso Mascarillas. Habrá que recordar la actitud de la Junta de Andalucía entonces presidida por Susana Diaz ralentizando a propósito la instrucción judicial de la Juez Mercedes Alaya sobre el saqueo de casi mil millones de euros de las arcas públicas, un ejemplo meridiano de como el poder político ampara en ocasiones la corrupción. La conclusión de aquello resultó probado que los que eran inicialmente sospechosos fueron declarados culpables y condenados en sentencia firme por tribunales de justicia, incluido el Tribunal Supremo. Falta por ver cómo quedará calificado el “bueno de Koldo, como ejemplo para la militancia”

La actualidad se sucede entre muestras de corrupción política y corrupción ética y moral que culminan en la derivada más conocida; el saqueo de fondos públicos desde las áreas de poder. Visto desde la perspectiva de un observador internacional; una mierda de país que ha descendido a una cochambrosa dimensión cultural y ética guiado por aventureros y políticos de escaso nivel capaces de cualquier fechoría. El supuesto dilema entre amnistía o constitución tendría un recorrido muy corto; la amnistía tal como la ha asumido el gobierno de España está fundamentada en una operación mercantil de beneficios mutuos y este solo motivo la invalida de facto constitucionalmente, vulnera la letra y el espíritu de la misma y atenta contra la igualdad de todos los españoles ante la Ley. Esta opinión mayoritariamente extendida sería causa para que el gobierno y el PSOE recapacitaran y pidieran retirar esa proposición de Ley, pero no parece que vaya a ocurrir así; la ley para la amnistía que actualmente se tramita en el Congreso muy probablemente será aprobada por la mayoría que sostiene al gobierno porque esa es la ruta, socavar la Constitución mediante leyes orgánicas y firmar la impunidad de delincuentes convictos y confesos. Otra forma de corrupción guida por una psicopática ambición de poder.

De continuar avanzando la corrupción la amenaza para la estabilidad democrática hará peligrar el sistema político que nos dimos los españoles en 1.978

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