Abrucena es el mejor ejemplo de pueblo que se resiste a vaciarse, que tiene ganas de recuperar el esplendor que caracterizaba a los municipios de interior. Según los últimos datos del Instituto Nacional de Estadística, el municipio situado a los pies de Sierra Nevada ha alcanzado los 1.300 habitantes, una cifra nada desdeñable y que sigue mejorando gracias al trabajo por el pueblo que está haciendo el Ayuntamiento.

Las cifras no engañan. Desde que Ismael Gil es el alcalde del municipio, el padrón ha crecido en 120 personas hasta superar con creces el millar de vecinos. Y esto repercute en la salud de Abrucena, puesto que un incremento demográfico siempre es positivo a la hora de recibir inversiones para revitalizar toda la infraestructura y servicios. Abrucena demuestra que con trabajo y sacrificio por y para los vecinos, se puede dejar atrás el estigma de la España Vaciada.

"Estamos muy orgullosos del trabajo que estamos haciendo para el pueblo, este incremento de vecinos nos hace que sigamos trabajando en la misma línea y que mantengamos la ilusión por crecer", decía a Diario de Almería el alcalde abrucenero que, por ejemplo, hace un año logró que el municipio entrase en la prestigiosa lista de los Pueblos Mágicos de España. 

El trabajo se ve reflejado en la mejora de servicios que ha experimentado en los últimos años la localidad. Así, Abrucena cuenta, por ejemplo, con una ludoteca que permite a los padres la conciliación laboral y familiar (algo fundamental para aquellas familias que decidan regresar para trabajar) y está trabajando para la instalación de un gimnasio. De la misma forma, tanto para vecinos como para visitantes hay un amplio catálogo de actividades polideportivas que hacer, así como culturales, destacando la Banda de Música del municipio.

Todos los visitantes pueden ver la diversa ⁠oferta turística en la web del ayuntamiento. Destacan el Área Recreativa de La Roza, así como rutas Trail realizadas con la Federación Española de Atletismo, además de una amplia oferta de alojamiento y de bares.